La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos viene haciendo un seguimiento de la Mesa de Interlocución y Acuerdo del Catatumbo desde 2013, para verificar que lo pactado por el gobierno y los campesinos se cumpliera. 

En ese sentido, la ONU llamó la atención por la compleja situación que vive el Catatumbo, en la cual no todos los campesinos hacen parte del acuerdos con el Gobierno y, mucho menos, todos ellos son cultivadores de coca. 

“Entender las particularidades del Catatumbo y de los acuerdos permite, no estigmatizar con generalidades a todos los campesinos, e implementar medidas más efectivas para lograr cambios positivos en la región”, señaló el organismo. 

Por esto, la representación de Naciones Unidas ha optado por no estigmatizar con generalidades a los campesinos y llegar a medidas efectivas para cambios positivos. Dentro de los ejes principales de los acuerdos están el desarrollo rural y la sustitución de cultivos ilícitos. Esta población muestra un ejemplo de inclusión social, cuestión fundamental para lograr una paz duradera, considera la organización 

Aproximadamente el 25% del departamento de Norte de Santander es constituido por el Catatumbo y el 50% de su población vive fuera de las cabeceras municipales. Para indicadores como el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas es 4.4 veces superior en la zona rural del que en la ciudad de Bogotá. Dentro de otras cifras, la infraestructura en mal estado supera el 66%. 

“Es un hecho que Colombia debe superar dos de sus principales problemas: el cultivo de coca y la discriminación en el acceso a servicios básicos relacionados con los derechos al trabajo, la educación y la salud”, resaltó Todd Howland, representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. 

Además, señaló que “en el caso del Catatumbo, ambas partes han conseguido cooperar de manera creativa para conseguir sus objetivos. Queda mucho por aprender y sin duda hay muchos resultados positivos de este proceso”. 

La ONU es garante de las negociaciones desde el año 2013 y mantienen como especial preocupación el desarrollo socioeconómico como causa de otros problemas sociales.