En un 80 por ciento, aproximadamente, se han disminuido los eventos de robo de hidrocarburos en Tibú, según comentó el alcalde Jesús Escalante.

El mandatario dio a conocer que la actuación de la comunidad, la presencia de la fuerza pública en el territorio, así como el seguimiento que ha hecho la empresa Ecopetrol han servido para que este delito no se cometa en la proporción en que se daba el año anterior.

“El reporte que tenemos es bastante alentador, según informa el Ejército y Ecopetrol”, dijo el alcalde.

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Aunque no hay una cifra exacta de barriles salvados, porque el índice fluctúa, el descenso del robo sí ha sido notorio.

Así mismo, se indicó que la población civil ha generado presión hacia los actores ilegales, principalmente, para que esto no siguiera ocurriendo, a través de la instalación de válvulas ilícitas que no solo afectan el transporte de petróleo sino que ponen en riesgo la sostenibilidad ambiental, por los efectos de derrames de crudos y posibles incendios.

“Hay una acción cívica, un rechazo y una defensa muy fuerte de lo nuestro, una defensa del hidrocarburo, de los recursos naturales y también de Ecopetrol”, declaró Escalante, sorprendido por la organización comunitaria en contra de las actividades ilegales.

Según se logró establecer, algunos rumores que surgieron por la posibilidad de que Ecopetrol pudiese reducir sus actividades en el territorio por la instalación de válvulas, situación que afectaría la generación de empleo en la zona, impulsó a la comunidad a evitar perder una de las fuentes más importantes de trabajo de la zona.

Ecopetrol genera más de 300 empleos directos, y el impacto por el robo de petróleo es tal que se han conocido cifras de 2.500 barriles producidos, de los cuales hurtaban hasta 1.300.

Pese a ello, este año sí se han registrado atentados contra el oleoducto en el Catatumbo, que han derivado en terribles afectaciones a fuentes hídricas y recientemente, al río Catatumbo.