Un total de 47 familias, con 40 menores de edad, retornaron a Toledo provenientes de Venezuela, situación que genera una nueva calamidad para la administración municipal.

Así lo dio a conocer el alcalde Jairo Alberto Castellanos, quien se mostró bastante preocupado y fue enfático al señalar que el municipio “ya superó, hace rato, su capacidad de respuesta”.

Según el funcionario, las familias tienen origen toledano y, hasta donde se sabe, solo los niños son venezolanos.

“Se devolvieron a su hogar, con el argumento de que la crisis en Venezuela es cada vez peor”, comentó Castellanos. “Llegan como desplazados y no paran, ni pararán de llegar”.

Para el alcalde, esta es otra calamidad para el ente territorial que se suma a la crisis que se vive por la enorme remoción en masa de la vereda La Camacha.

“No nos hemos recuperado de esa emergencia y ahora tenemos esta”, dijo. “Tenemos que reubicar 187 familias por el deslizamiento y las condiciones económicas del municipio no soportan una recarga más para la salud, educación, registros civiles... Realmente necesitamos ayuda”.

El enorme grupo de retornados busca oportunidades de subsistencia, tal como ocurre con otras zonas del departamento a las que también llegan en mayor o menor cantidad.

Mientras, el mandatario espera auxilio para atender las emergencias, en vista de que “cada día llegan más personas que, así vayan a sus antiguas viviendas, los atendamos y acojamos, no es suficiente”.

La Opinión