La contaminación hídrica en Norte de Santander, tanto por voladuras de oleoductos como por vertimientos a las aguas binacionales que llegan a Venezuela, son temas que, por ahora, el Gobierno Nacional no ha advertido, según el secretario departamental de Agua Potable, Francisco Bermont.

Para el funcionario, esta contaminación “puede darse a nivel transnacional y en ese sentido no lo ha mirado la Cancillería”, razón por la que instó al Gobierno Nacional a dar “un tratamiento diferencial a estas aguas transnacionales, para lograr procesos de control de los vertimientos de las aguas residuales”. 

Advirtió que en el departamento solo hay 11 municipios que tratan sus aguas residuales, es decir, faltan 29 que solo saldrán adelante con apoyo nacional.

Recordó que “con la Procuraduría y Corponor se está tratando de lograr la descontaminación de los ríos Zulia y Pamplonita en Cúcuta”, pero faltan otras cuencas y afluentes.

“Creo que el orden nacional tiene un mecanismo importante para hacer inversión”, declaró. “La crisis con Venezuela solo se resuelve con inversión que tiene que hacer el Estado”.

“Ojalá que en el Plan Nacional de Desarrollo, en el que no veo acciones muy concretas para esta zona de frontera, se planteen acciones en agua y saneamiento, que mejoren no solo las condiciones transnacionales sino que reactiven parte de la economía del departamento”.

El funcionario señaló que los riesgos en la frontera, por el agua, son “una bomba de tiempo”, y enfatizó en que es momento de avanzar en un ordenamiento territorial basado en las cuencas, porque es allí donde confluyen la mayoría de los centros poblados.

“El ordenamiento se tiene que dar con los recursos nacionales, porque para el departamento es imposible solucionar esos problemas con sus recursos”, puntualizó.