Solo mañana, sábado, se reanudará en forma el suministro de agua potable a los 18 mil usuarios del acueducto de Villa del Rosario, suspendido por los daños que causó la noche del miércoles la creciente del río Táchira en el lugar de la bocatoma.

Alberto Ramírez Moros, gerente de la empresa Industrial y Comercial de Villa del Rosario, Eicviro E.S.P., lamentó la desconexión del suministro, indicando que lo sucedido obedeció a las fuertes lluvias que están cayendo en la parte alta de la cuenca del río Táchira, en especial en Ragonvalia.

Dijo que desde las 10 de la noche del miércoles la creciente destruyó la barrera que se había construido para adecuar el canal en el sitio de captación de la bocatoma.

Esta situación, sumada a la alta turbidez con que está bajando el agua del afluente sacó de producción el acueducto, dijo Ramírez.

Las aguas antes del miércoles estaban recostadas del lado venezolano, pero con la creciente súbita retomaron su curso histórico y se alinearon del lado colombiano, lo que produjo los daños en bocatoma.

El acueducto produce 220 litros por segundo, dijo Ramírez, volumen que hasta ayer se mantenía suspendido mientras cuadrillas de obreros reparaban los daños en la bocatoma y los desarenadores. 

Según las mediciones hechas por técnicos de Eicviro E.S.P., el agua del río Táchira presentaban cerca de 12 mil unidades de turbidez, cuando lo normal para poder producirla son 4 mil 200 unidades.

Ayer, las directivas rogaban que no lloviera en la parte alta de la cuenca, con miras a reanudar la producción hoy de manera gradual.

La solución que se proyecta es volver a enderezar el caudal hacia el lado venezolano, con tal de volver a levantar la barrera que facilite la captación en bocatoma.

Esto requiere de maquinaria pesada, dijo Ramírez.

De llegar a llover, como era previsible anoche, el suministro se mantendrá suspendido, por lo que se adelantaban gestiones ayer con la empresa Aguas Kpital Cúcuta para solventar la situación a los usuarios con agua en carrotanque.

Ana Joaquina Bermúdez, ama de casa del barrio Turbay Ayala, dijo que como el corte de agua la sorprendió de improvisto ayer no tenía agua en reserva y por ello se vio obligada a comprar el agua que necesitó para el consumo de alimentos en la tienda.

El jueves, los técnicos de Eicviro E.S.P. retiraban toneladas de sedimento que entró a los desarenadores y bocatoma.

Ramírez dijo que también preocupan los derrumbes en la zona que rodea la bocatoma, motivo por el cual en noviembre Villa del Rosario estuvo sin agua cinco días.