Parte de los activos del gobierno departamental que estaban en poder de EPM, propietaria de la empresa Centrales eléctricas de Norte de Santander, servirán para cubrir las deudas de los colegios de Ocaña y parte del Catatumbo, que hoy deben a la empresa unos 1.800 millones de pesos por el servicio de energía.

Según el gobernador William Villamizar, el ente territorial, que tiene el 8% de las acciones de la empresa, recibe dividendos por unos 1.500 millones de pesos, de los cuales un 20 por ciento se destina a las arcas de Ifinorte y el porcentaje restante va al presupuesto departamental.

Así las cosas, el mandatario comentó que los activos tienen un valor de 6.400 millones de pesos y que “como son propiedad del departamento, Epm tiene que pagarlos”. 

Para ello, se propuso que con esos recursos se utilicen mil millones de pesos “para hacer un cruce y pagar la energía que deben los colegios”.

Aunque Villamizar admitió que la deuda no es de la Gobernación porque a los colegios les llegan recursos para estos conceptos, no efectuaron los pagos y el objetivo es evitar que les corten la luz “cada rato”, razón por la que se hará un abono y se buscará que los $800 millones restantes sean financiados.

Así mismo, propuso cofinanciar con 600 millones de pesos la electrificación de Caño Indio (Tibú), que según EPM cuesta 6.500 millones de pesos. 

Adicionalmente, “hemos propuesto dejar $1.400 millones para electrificación rural en algunas veredas del Catatumbo; ahí completamos $3 mil millones y los otros $3.400 millones, le proponemos a EPM que los transfiera para incorporarlos al presupuesto”, dijo Villamizar.

La aprobación dada por la Asamblea del departamento, según el mandatario, no genera otra cosa que “beneficio social” dado que la Gobernación no puede recuperar esos activos, hoy convertidos en postes o transformadores, pero sí los convierte en beneficios para los más necesitados”.