El asilo de adultos mayores Santa María de la Esperanza, en el municipio de Ábrego, entró en la onda verde con la habilitación de seis paneles solares de 450 vatios sin baterías, los cuales suministrarán energía de forma natural para la mayoría de las actividades que se cumplen en el hogar.

En el asilo viven 30 abuelos y cinco personas encargadas de la atención. Ellos, frecuentemente usan bombillas, electrodomésticos y lavadoras industriales, lo que genera un costo elevado en las facturas de energía.

De acuerdo con el director de la fraternidad de la Divina Providencia, Airo de Jesús Ortega Rojas, los paneles fueron donados por la fundación ocañera Crediservir e instalados por la empresa Solanium de Medellín.

La meta de las directivas del asilo es que el costo de la factura que actualmente está en $350.000 mensuales, disminuya a menos de $100.000. 

El hogar de abuelos funciona desde hace más de 40 años y la sede fue trasladada al barrio San Antonio, donde los internos cuentan con espacios al aire libre para huertas caseras.

El costo de la habilitación de los paneles fue de $14 millones. Inversores transforman la luz solar en corriente y desde un tablero se controla la distribución en el asilo.

El gerente de Crediservir, Eduardo Carreño Bueno, aseguró que es un compromiso socio-ambiental de la cooperativa beneficiar a espacios como el hogar de abuelos, que cumplen una labor de impacto en la sociedad ocañera y la hacen sin ánimo de lucro.

“Estamos dando ejemplo de conservación ambiental y de generación de alternativas para el desarrollo sostenible. Con los paneles no solo hay un beneficio económico, sino que se aportamos a la disminución de dióxido de carbono”, dijo la tesorera del asilo, Karina Ropero.

La meta es que otros centros de la Provincia de Ocaña que brindan atención a niños y adultos mayores, puedan acceder a paneles solares, pues con ellos se da un giro a alternativas limpias.