Las Eps están adeudando por servicios que le han prestado clínicas y hospitales (Ips) de Norte de Santander $450.000 millones, casi medio billón de pesos.

La alta cartera, a juicio de los veedores de la salud, es lo que tiene hecho trizas la atención de salud en el departamento, pero también al borde de la quiebra a los prestadores de los servicios, muchos de ellos con las esperanzas perdidas para recuperar lo que les deben.

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Esta situación le fue planteada al superintendente nacional de Salud, Fabio Aristizábal, quien se comprometió a buscar los recursos que el Gobierno Nacional adeuda, pero también a llamar a las Eps para que hagan lo mismo.

En tal dirección, el funcionario programó una mesa de trabajo en Bogotá los días 13 y 14 de diciembre, con participación de alcaldes, autoridades de salud y delegados de las Eps.

En esa misma mesa se estudiarán los casos de las Eps que no están cumpliendo con su deber de atender a los usuarios. “La que no se ajuste al sistema, saldrá”, dijo Aristizábal.