No estaba incluido en el presupuesto familiar, pero el solo anuncio de una organización sin ánimo de lucro de que les iba a regalar la fiesta les devolvió el brillo a los ojos a doscientas quinceañeras pobres de Cúcuta.

Tendrán fiesta, las peinarán, estrenarán vestidos y zapatos, y recibirán regalos, en una velada que reunirá también a sus mamás el 17 de noviembre, dijo Laura Sepúlveda Yaruro, gerente de Producciones y Eventos JCM, organización que se encargará se hacer realidad el ‘Sueño primaveral’, como está bautizada la fiesta.

Pero la fiesta no solo será para niñas de familias víctimas de la guerra, también están invitadas quinceañeras en condición de discapacidad de todos los barrios, dijo Juan Manuel Contreras Mariño, otro de los empresarios organizadores del evento.

El sueño se hará realidad gracias al apoyo que ha dado la empresa privada e instituciones que se sumaron a la organización, como la Policía, que aportará los edecanes con los cuales las quinverañeras bailarán el vals.

Todas las niñas contaron una historia a la organización y de acuerdo a la misma fueron seleccionadas, dijo Sepúlveda.

Maira Alejandra Hernández es una de las 200 quinceañeras, vive en el barrio Los Estoraques y es única hija. “Para mi era un sueño irrealizable, porque no vivo con mis papás. Siempre quise tener mi fiesta, como la tienen las niñas de familias con plata, pero a Dios gracias en Cúcuta hay gente buena que se acordó de nosotras”, dijo.

Yiret Valeria Dávila, vive  con su mamá en el barrio La Cabrera y estudia noveno grado en el colegio San Francisco de Sales. Cuando le dijeron que tendría una fiesta primaveral no lo creía. “Para mi, fue la mejor noticia”, expresó.

Yiret Valeria, al igual que las demás quinceañeras, solo espera  que llegue el anunciado  día para vestirse de princesa, como lo había soñado.