Para los tibuyanos y transportadores que se movilizan por la vía Tibú – Cúcuta, la semana santa,  parece que no ha terminado, debido al viacrucis que tienen que afrontar en los sectores de La Florida y Ambato donde hay dos pontones en pésimo estado.

El pan de cada día, es encontrarse un camión, bus, buseta, automóvil, camioneta, volqueta o tracto camión, bloqueado en uno de esos dos pontones; situación que genera trancón por unos minutos o a veces hasta horas.

Eso pasa porque de las placas de rodamiento de las estructuras se deprendieron varios tubos y láminas. Unos cayeron a los caños y otros simplemente desaparecieron.

Por la falta de ese material, los conductores se ven obligados a pasar sus automotores de manera equilibrada por vigas longitudinales, estrechas y reducidas esterillas de tubos que colocan a lo largo de la estructura.

La mayoría de veces la travesía la hacen sin la guía de otra persona corriendo toda clase de riesgos. Unos logran pasar; otros quedan bloqueados porque las llantas de los vehículos se deslizan y duran varias horas tratando de recuperar el vehículo con maniobras para normalizar el paso.

En medio de esa odisea para llegar al destino, también corren el riesgo de que las llantas del automotor se perforen como le ocurrió a varias volquetas.

“Estos puentes no tienen dolientes. Tenemos años de estar viviendo la misma vaina y nunca le han dado una solución de fondo”, aseveró Juan Jiménez, un transportador que a diario transita esta vía. Quien además recordó que cada vez que esos pontones se dañan, “el pañito de agua tibia que le aplican corre por cuenta de Ecopetrol”, refiriéndose a la soldadura de una esterilla de tubos atravesados que a los pocos días se desprenden por el permanente tráfico de tracto camiones y toda clase de automotor.

 “El problema no es solo el trancón que se forma cuando un carro queda bloqueado, el problema es la seguridad de nosotros y la de los pasajeros y lo que sufre el carro. En una caída de esas se puede dañar la suspensión, partir hojas, arrugar las latas o la defensa en el caso de los carros pequeños,  y por esos daños, quién responde?”, dijo Julio Contreras otro transportador que se queja del pésimo estado de la vía.

Los conductores exigieron a la Gobernación de Norte de Santander, reparar y mejorar las condiciones de esas estructuras para garantizar la movilidad vehicular entre esta región y la capital del departamento.