El río Pamplonita ha sobrevivido a las descargas de aguas negras de Pamplona y de Cúcuta, a los derrames de petróleo de junio de 2007 y de diciembre de 2011, a la erosión y degradación del suelo, a la pérdida de cobertura vegetal y biodiversidad, al vertimiento de agroquímicos y a las captaciones ilegales.

El afluente tiene una capacidad de recuperación alta (resiliencia) y de acuerdo con el biólogo Marlon Serrano, esto se debe a la dinámica de la cuenca.

Sin embargo, esta ventaja no es eterna y se requiere dar un giro a las prácticas que atentan contra el Pamplonita.

El hecho fue develado por el más reciente estudio de Ecopetrol, ‘Peces del Pamplonita’, el cual es avalado científicamente por el Instituto de Investigaciones Alexander Von Humboldt y la Universidad Nacional.

El biólogo Serrano, líder del estudio y quien tiene una maestría en química ambiental, señala que durante un año se hicieron monitoreos en 10 puntos del río Pamplonita (120 kilómetros) -Ver mapa-.

De esa forma profesionales del Instituto Colombiano del Petróleo con el apoyo del Departamento de Operaciones y Mantenimiento Caño Limón-Coveñas, analizaron el comportamiento del río, las condiciones fisicoquímicas y las antropogénicas (actividades causadas por el hombre).

De acuerdo con Serrano, adscrito al grupo de tecnologías limpias del Instituto Colombiano del Petróleo, mes a mes se hizo un muestreo del río en los 10 puntos de monitoreo, observando el impacto de las variaciones climáticas en la riqueza del Pamplonita.

Dichos puntos se establecieron estratégicamente, en la parte alta, media y baja de la cuenca. El río nace en Pamplona a 3.000 metros sobre el nivel del mar, en el cerro Alto Grande y cuando descarga sus aguas sobre el río Zulia está a 51 metros.

Los municipios que tienen jurisdicción en la cuenca son Villa del Rosario, Los Patios, Chinácota, Ragonvalia, Herrán, Puerto Santander, Cúcuta, Bochalema, Pamplonita y Pamplona.

¿Desaparecerá el río?

El biólogo Serrano, a la pregunta de si en unos años desaparecerá el Pamplonita, argumenta que eventos puntuales como los derrames de crudo no generaron impactos grandes por tanto los servicios ecosistémicos están definidos.

“Las zonas más críticas están en la parte alta de la cuenca, cuando el río recibe directamente las aguas domésticas de Pamplona”, señala. “En este punto la capacidad de recuperación es alta por las condiciones de pendiente, velocidad del agua y cantidad de piedras. Estos factores facilitan la oxigenación y oxidación de compuestos”.

El otro punto crítico está en la parte baja de la cuenca, cuando las aguas domésticas de Cúcuta caen al río. “En este punto la recuperación no es la ideal y se requiere de más recorrido para eliminar los desechos”.

Así, el río no se secará. Sin embargo, “deben respetarse, cuidarse y conservarse los bosques riparios, que son aquellos que están a la orilla del río, por tanto son los encargados de mantener unas condiciones estables para las comunidades acuáticas”.

Adicionalmente, manifiesta el biólogo Serrano que debe establecerse el caudal ecológico del río, para que las especies que allí habitan no se impacten por las captaciones desmedidas para riego de cultivos y plantas de potabilización.

Lo anterior debe ir de la mano de prácticas amigables con el río, el mismo que en su recorrido suministra el agua a más de 700.000 habitantes.

Variedad de peces

Un punto trascendental del estudio fue la identificación de peces que habitan en el río Pamplonita. Así, la investigación hecha por Ecopetrol develó que hay 63 especies, entre ellas exóticas como la trucha, originaria de Norteamérica y ornamentales como el guppy, común en peceras.

Algunos de los hallazgos curiosos son que en el Pamplonita habitan cuatro especies de peces eléctricos y que la mayor parte de la población corresponde a bagres y cuchas, con 33 variedades.

De acuerdo con las conclusiones del estudio ‘Peces del Pamplonita’, editado en 157 páginas, el muestreo evidenció 40 especies más que las registradas en el actual Plan de Ordenamiento de la Cuenca y que data de 2010.

“La riqueza de especies de peces es menor al ascender altitudinalmente, desde la parte baja de la cuenca a la zona alta en Pamplona. Esto se debe a que solo las familias de peces especializados, como los jaboneros y cuchas, tienen aparatos bucales que les permiten desplazarse río arriba”, sentencia el estudio.

En la zona baja del río Pamplonita hay una mayor riqueza de especies y esto se debe a la oferta alimenticia, temperatura y estabilidad del agua.  Allí habitan, en su mayoría, peces para el consumo humano como el bocachico, blanquillo y rampuche.

En esta zona de la cuenca el río se caracteriza por un amplio cauce y un alto grado de intervención por actividades humanas.

Macroinvertebrados

En la parte alta de la cuenca, a los 1000 metros sobre el nivel del mar, se reportan los valores más altos de diversidad.

El punto exacto donde los índices son altísimos es Villa Marina. El caso contrario es la Curva los Adioses. Allí las condiciones ambientales son pésimas.

En la parte media de la cuenca, entre los 400 y los 1000 metros sobre el nivel del mar, hay mejores condiciones ambientales y las especies encuentran un hábitat ideal tanto para colonizar como para establecerse.

En la parte baja de la cuenca, el impacto de las actividades humanas generan las peores condiciones para la supervivencia de los macroinvertebrados y el desequilibrio es el común denominador.

Calidad del agua

Este valor de medición varía a lo largo del recorrido. Condiciones ambientales como el clima influyen en la temperatura, oxígeno y sólidos suspendidos.

La extracción de material de arrastre (piedras-arena-grava) y las captaciones de agua, sean legales y con mayor impacto de las ilegales, también desmejoran la calidad del agua y debilitan a las especies que en ella habitan.

Recomendaciones

El estudio, cuyos autores son: Astrid Lorely Pimienta Rueda, Marlon Serrano Gómez, Luis Eduardo Pinzón Quiñónez, Marco Caraballo Pérez, César Augusto Burgos Acevedo y Javier Armando Anaya Acevedo, da las siguientes recomendaciones para la conservación del Pamplonita.

-Los resultados aportan información vital para la protección de la cuenca y para que las autoridades ambientales puedan tomar decisiones e idear estrategias de conservación. Además, se hace necesario la revisión de los usos actuales del río.

-Es urgente la actualización del Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca del río Pamplonita y para ello deben evaluarse factores como captaciones, riego de plantaciones, extracción de material de arrastre, vertimientos, turismo y recursos pesqueros. Solo así se podrán conocer las consecuencias de un uso no sostenible de los recursos ecosistémicos.

-Hay que establecer vínculos entre los actores que confluyen a lo largo del río,  comunidades campesinas, empresas públicas, privadas, universidades y autoridades ambientales.