Angustia  y  desespero son dos palabras que reinan por estos días en La Victoria y Chapinero, donde desde hace tres meses se inició la construcción del intercambiador vial de Atalaya.

Pese a que vecinos y comerciantes aseguran no estar descontentos con las obras ni con sus avances, aseguran que Tránsito Municipal, la Gobernación y  los contratistas no les han cumplido con los pactos planteados para mitigarles el impacto de las obras.

Doris Noriega hace parte de los comerciantes afectados. De los 70 almuerzos que vendía a diario a los camioneros, hoy solo llega a 10 o 15 platos.

Su negocio está ubicado a un lado del encerramiento de la obra en La Victoria. Como la carretera quedó reducida y sin salida, sus comensales dejaron de frecuentar el restaurante.

“Por acá, mis clientes no se pueden meter, porque no hay por dónde. En una de las tantas reuniones que tuvimos con contratistas y la gobernación nos dijeron que nos pagarían la afectación económica, pero no dijeron ni como ni cuando”, explicó la mujer. 

César Barrera también ha visto disminuir sus ventas en 80 por ciento. Al igual que Noriega sus clientes no pueden pasar a comprarle repuestos.

“Nosotros no estamos en contra del progreso, estamos en contra de las promesas incumplidas”, señaló Barrera.

Barrera y otros dos vecinos más, propietarios de las casas contiguas a la obra, aún siguen esperando la propuesta económica que les prometió el contratista para comprarles sus casas. Mientras tanto deben convivir con el sonido de las motoniveladoras al pie de la ventana. Tres metros los separan de las obras.

La afectación comercial es solo una de las quejas en este sector. La falta de control en las rutas de transporte también los desvela.

“Antes de iniciar esta obra se planteó un plan de manejo de tránsito para definir las rutas por donde debía fluir el tráfico y nada de eso se ha cumplido”, dijo la vecina Aurora Mora.

Los conductores no acataron el plan y los carros, camiones y motos suben y bajan por todas las calles, lo que hizo que algunos vecinos las cerraran con piedras.

“Acá no han invertido en vías y nos vinieron a dañar las pocas que tenemos. La Secretaría de Tránsito anunció sanciones para los infractores y todo sigue igual”, dijo el vecino José Monsalve.

Esta semana la Gobernación anunció que la obra lleva un 13% de adelantos, y que se entregará en  julio próximo.  En 11 meses restantes deberán adelantar la obra en un 8% al mes, cantidad mayor a la realizada por mes en este primer trimestre, con un 4,3%.