Maleza, restos de podas, escombros y basuras que atestaban el canal de aguas a cielo abierto de Carlos Pizarro quedaron en el recuerdo de los vecinos de Cecilia Castro, Carlos Pizarro, Rafael Núñez, quienes no quieren volver a ver esta imagen.

Durante más de una década el fétido canal se convirtió en su peor pesadilla: cada vez que llovía las aguas de los barrios vecinos iban a parar al  improvisado canal ocasionando deslizamientos en la zona.

“Ell caño socavaba nuestras casas y se tragaba la vía”, explicó la vecina Esperanza Peña, quién lleva 25 años viviendo al pie del canal.

Según Peña, en sus inicios, el canal se podía cruzar de un brinco: no medía más de un metro; hoy, su ancho es de más de seis metros y tiene una profundidad de tres metros.

Aunque desde hace un par de semanas una cuadrilla de mujeres que hacen parte del programa de generación de empleo que lidera la Alcaldía limpian esta estructura, Peña ni sus vecinos se quieren ilusionar con la canalización que prometió el cuando se inició la limpieza.

“Me parece excelente que estén limpiando toda esta suciedad. Definitivamente le están haciendo un cambio extremo a este sector”,  dijo Luis Benítez, residente. “Sin embargo, no queremos ilusionarnos con la canalización porque quizás nos quedemos esperando el concreto como ha pasado en administraciones anteriores”.

La Opinión