Seis años después de estar viviendo en el proyecto Desplazados 1 y 2, en la vereda Los Mangos, la comunidad accedió a un primer proyecto municipal mediante el programa Comunidad-Gobierno.

Durante un mes, las 47 familias que permanecen en esta zona trabajaron colectivamente para que el pavimento llegara a su barrio, el mismo que desde 2011 sus vecinos han ido abandonando paulatinamente por el olvido estatal.

Con más ganas que recursos y sacrificando días de trabajo pago por esta labor sin remuneración la comunidad se despidió de sus polvorientas vías.

“Ahora si da gusto quedarse porque esto ya está tomando un poco de forma, solo nos falta pavimentar  la vía principal para que la urbanización se vea más habitable”, explica Virginia Jaimes, edil de la zona rural y residente del proyecto.

Jaimes dice con emoción que desde hace dos meses nadie más se ha ido del barrio y eso es un récord, pues de las 126 casas que entregó el gobierno nacional a desplazados en esta zona entre 20098 y 2011, más de 60 permanecen vacías.

La comunidad espera que con la llegada del concreto regrese la ruta de transporte público la cuál dejó de funcionar hace unos tres años por el poco flujo de pasajeros y las pésimas condiciones viales.

El próximo año, la comunidad planea asfaltar mediante Comunidad-Gobierno la vía principal para mejorar las condiciones de su barrio y demostrarle al estado que ellos si existen y están dispuestas a trabajar  para dejar de ser invisibles.

“La mayoría de las familias lleva acá casi cinco años y aún no les habían entregado las titulaciones. Estos días hubo unos acercamientos con Metrovivienda y estamos a poco de tener nuestras casas legalmente, estamos esperando si la alcaldía nos financia las titulaciones o nos toca pagar el papeleo”, explicó Jaimes.

Adicionalmente, gran parte de las viviendas desocupadas entrarían a proceso de revocatoria del subsidio como lo anunció desde hace ya varios mese Metrovivienda, por lo que la comunidad espera que las personas que reciban estas casas las aprovechen y lleguen a acompañarlos en la vía que de Cúcuta conduce a El Carmen de Tonchalá.