Cuando a Orlando Rey Bustos le hablan de trabajo, él ya ha dado tres pasos adelante. Se considera un hombre privilegiado porque siempre está al servicio de la comunidad, siempre pendiente de su amada vereda El Pórtico, por la que ha librado mil batallas.

Tiene 60 años, pero se considera de veinte. Dice que servirle a su vereda lo rejuvenece, porque es su propia tierra por la que pelea. Nació en Cúcuta, casado con Alejandrina Hernández, padre de tres hijos. Arribó a El Pórtico hace 53 años, cuando apenas tenía siete años de edad.

Estar al frente de la dirigencia comunal de la zona rural que representa no ha sido nada fácil. Es como domar a un potro cerrero, porque a diario se enfrenta uno a una comunidad con problemas de todo tipo, y en la mayoría todas esas necesidades piden soluciones inmediatas, dice.

Por eso, en los más de 20 años que lleva haciendo de dirigente comunal, ha visto de todo, ha tenido triunfos, pero también derrotas, las mismas que le han enseñado a levantarse de nuevo para seguir luchando por su vereda y por sus gentes.

Dice que el hecho de representar a una comunidad campesina no siempre es prenda de garantía de respuestas positivas por parte de los gobernantes. Con María Eugenia Riascos, por ejemplo, no consiguió mayores cosas para su vereda, como sí lo logró con Donamaris Ramírez, pese a no haber votado por él para la alcaldía.

Recuerda los días en los que le tocaba salir a pie con sus hijos al hombro en busca de un médico a Cúcuta, porque en la vereda no había puesto de salud ni tampoco se contaba con transporte público. Esto, en últimas, fue lo que lo tentó para lanzarse a la defensa de la comunidad desde la junta de acción comunal.

Entre sus conquistas figuran el transporte escolar para los niños campesinos de la vereda, también el transporte público que los lleva a Cúcuta y los regresa a sus parcelas; el agua potable en todos los hogares, la construcción de la escuela y la pavimentación de la vía principal.

Al dirigente comunal campesino siempre lo han mantenido marginado, cosa que no debería ser porque es el representante del sector productivo, de donde se sacan los alimentos que consume la ciudad. Sin embargo, él practica el adagio popular: la constancia vence lo que la dicha no alcanza.

Si uno no es constante con los gobernantes, si no está encima de las cosas que se necesitan, nunca llegarán las soluciones, así me ha tocado en el caso mío, dice Rey.

Entre sus metas inmediatas está lograr el apoyo del alcaldía o la gobernación para la culminación de la pavimentación de las calles de El Pórtico, así como el mantenimiento de la carretera El Pórtico-San Pedro, y la recuperación del río Pamplonita, el cual no se parece al río de hace 40 años al que acudían a pescar con sus amigos de infancia.

La Opinión