Afiches y pendones de campañas políticas pegados en la entrada del proyecto de vivienda gratuita Desplazados 1 y 2, en la vereda Los Mangos, son el vestigio de la última visita que ha tenido la comunidad.

La falta de transporte público, su pésima carretera, y estar incrustados en medio de la nada, hace que pocos se atrevan a entrar a este sector.

“Los políticos vinieron hasta acá, a ofrecernos lo que ya nos han ofrecido los mandatarios anteriores y no cumplieron. Eso ya no nos importa porque nuestros días acá están contados”, sostiene la vecina Dioselina Contreras.

Contreras asegura que ella y otras seis familias alistan desde ya sus trasteos. Cuando sus hijos culminen el año escolar en la escuela de El Carmen de Tonchalá piensan partir hacia nuevos rumbos.

En la última semana cuatro casas quedaron desocupadas. De las 126 casas que entregó el municipio a los desplazados, menos de la mitad siguen habitadas.

“Desde hace un año estamos sin transporte público, para salir de acá debemos pagar mototaxi hasta Belén y cuando no tenemos nos toca quedarnos encerrados”, dijo la vecina Ruth Vallejo.

Cada vez que un vecino de Desplazados 1 y 2 debe salir de la vereda hacia Cúcuta debe disponer de $10 mil. Solo en mototaxi gasta $8 mil en ida y vuelta.

Los vecinos aseguran estar cansados de pedirle al municipio ayudas para su barrio. En Desplazados 1 y 2 carecen de escenarios deportivos, escuela, y puestos de salud. El rumor de un nuevo desplazamiento en este sector toma fuerza entre las familias. 

Un comedor escolar, patrocinado por un particular, es lo único que los ata a este sitio.