El apartamento 101, de la torre 36 de Cormoranes, al occidente de Cúcuta, ya tiene dueño. Fue asignado a Martha Cañas, la damnificada del barrio San Rafael que luchó (con justificación) contra el Estado.

Cañas denunció a sus vecinos e hizo lo que tuvo a su alcance  por su derecho a una vivienda, luego de que por 5 años su casa quedara en ruinas por causa del invierno. Ahora recibe la recompensa a su esfuerzo y lucha.  

Su caso fue peculiar, porque el Gobierno no le garantizaba una de las 100 mil viviendas gratis, luego de que por una equivocación en su núcleo familiar fuera integrada una extraña como cabeza de familia de su hogar, vulnerándose su derecho, lo que le costó vivir casi en la calle.

Según cuenta la damnificada, “viví 5 años en un ‘reality show’ por mi casa... No se me olvidan los derechos de petición y el llanto  que me ha costado perseguir este sueño que hoy se hace realidad”, comentó.  

La mujer dio las gracias a Dios y a La Opinión, porque la presión mediática llegó a oídos del vicepresidente Germán Vargas Lleras, quien desde que se enteró del caso se comprometió a ayudarle. Y finalmente le cumplió.  

La semana pasada, cuando recibió el inmueble, la alegría de Cañas fue infinita. Estuvo acompañada de su mamá, Carmen Alicia López; Gladys Cañas, su hermana; Claudia Rojas, su cuñada; Jhon Alexander, su pequeño sobrino, y Valentina Clara Cañas, su única hija, siendo esta la luz de sus ojos y la razón de su titánica pelea contra el Estado, al que le reclamó una casa por 1.815 días.

Su antigua vivienda quedó destruida por los torrenciales aguaceros de 2011. Era una casa grande, con solar y varios cuartos; sin embargo, esa casa quedó en el olvido y ahora se refugia felizmente en una nueva, sin temor a los deslizamientos. Además, ahora sí cuenta con las escrituras que la hacen dueña de su nuevo hogar en un terreno llano y seguro.  

Se trata de un pequeño habitáculo que consta de un cuarto principal y uno auxiliar. Tiene un baño, una pequeña cocina empotrada, un patio diminuto y en su interior aún todo está en obra gris.

La entrega de su apartamento, por parte del Ministerio de Vivienda, ocurrió a las 9 a.m. Hubo un fuerte abrazo familiar, sonrisas y besos. No hubo  nada oneroso, ni pomposo. Tras recibir las llaves, Cañas, una mujer incansable y trabajadora, envió un mensaje a toda la comunidad.

“Quiero darle las gracias a todos los que me acompañaron y decirles que nunca dejen de luchar, por más imposible que se vean las cosas, no se rindan si lo que piden lo hacen con justicia”.