No tener tiempo ni material bibliográfico ni los 5 mil pesos que cobran en los barrios por una hora se asesoría en tareas, ya no será un problema para 79 familias de los asentamientos Colombia 1 y Niña Ceci, en Juan Atalaya.

Gracias al apadrinamiento de Tierra de Hombres Italia (TDH) y su programa Servicio de Atención a Distancia (SAD), 79 niños de estos sectores gozarán de atención educativa y sicosocial gratis con la Fundación Creciendo Unidos Casa Doña Leo.

Vicente Prada, de Creciendo Unidos, aseguró que este proyecto, que beneficia a los niños más pobres de Colombia 1 y Niña Ceci,  consiste en una financiación para prestar atención educativa y sicosocial a niños entre 4 y 8 años.

Lo innovador en esta propuesta, es que los pequeños serán apadrinados durante 7 años lo que garantiza que este proceso educativo sea más sólido y de mayores frutos a futuro.

“Pretendemos acompañar al niño hasta donde más se pueda. Iniciamos educando al infante y al finalizar el proceso le entregamos a la sociedad un joven con buenas bases sociales y educativas para ingresar al mundo universitario”.

Prada aspira a que a finalizar el año hayan 130 niños apadrinados y en tres años por los menos 300.

“En Ecuador y Perú, THD ha patrocinado a los niños durante 12 y 15 años consecutivos y esa es una de nuestras metas para tener resultados más sólidos”, explicó Prada.

El plan padrino

En Colombia 1, donde la fundación viene generando procesos educativos y sociales desde hace 4 años, se está trabajando en el antiguo comedor comunitario, el cuál se readecuó para brindar, refuerzo escolar y asesoría de tareas.

El programa también tiene previsto la entrega de kits escolares y establece una conexión con los maestros que enseñan al niño en la escuela para trabajar en conjunto por el menor.

Además de la atención educativa un equipo compuesto por trabajadores sociales y sicólogos de la fundación  están pendientes de los niños de la zona para brindarles una atención permanente.

En este espacio se hace énfasis en la formación y la promoción de los derechos de los niños.

Los padres también reciben talleres formativos, el proyecto es bastante ambicioso e incluyente, aseguró Prada.

Adicionalmente, la fundación atiende a más menores mediante Pan Para el Mundo y la agencia de cooperación Alemana,  y THD Alemania.

Gracias a estos aliados han podido internarse en Tibú y Bucarasica con programas de incidencia social y política que busca que los niños sean protagonistas de sus realidades y generen sus propias soluciones.

En estos espacios se trabajan temas como: derechos de los niños,  cómo prevenir trabajo infantil,  y cómo visibilizar a la infancia víctima de la guerra, con el fin de que estos menores  construyen su propia agenda territorrial para que sea tenida en cuenta por los organismos estatales.

La Casa Doña Leo

Desde hace 16 años, la Fundación Creciendo Unidos hace presencia en Cúcuta con su Casa Doña Leo, ubicada en el barrio Niña Ceci.

En este espacio, niños, jóvenes y adultos se integran para formaciones académicas y laborales. Actualmente, unas 50 personas se forman en panadería y un poco más de 300 se benefician de todas las actividades que allí se realizan y que tienen que ver con formación educativa, refuerzo de tareas, derechos humanos, participación y liderazgo, entre otras.

Gracias a las diferentes alianzas de la fundación con cooperación internacional y entidades nacionales y locales,  se han podido ejecutar programas y proyectos a favor de los niños trabajadores y las víctimas del conflicto armado.

Aunque la fundación hace presencia en Tibú, Sardinata y Bucarasica con sus programas de atención, busca generar mayores alternativas educativas y sociales en toda la zona del Catatumbo.