El 27 de octubre de 2019, 110.057 cucuteños dieron la sorpresa en una elección que parecía ya definida desde semanas antes y con un virtual ganador.

El favorito no era precisamente Jairo Tomás Yáñez Rodríguez, el empresario que se metió a última hora en la contienda con el aval del partido Alianza Verde y al que, a decir verdad, le presagiaban muy poco en los comicios de aquel domingo.

Un megáfono con el que recorría día, tarde y noche las principales calles de la ciudad y una estratégica campaña en las redes sociales, terminaron convirtiéndose, sin embargo, en el As que lo llevaría esa noche a alzarse con la victoria.

El cansancio hacia la clase política y las maquinarias que durante décadas han gobernado la ciudad, así como la posibilidad de apostarle a una candidatura cívica, alejada de las prácticas tradicionales, llevaron a los cucuteños a activar el voto de rechazo que durante años estuvo dormido, y a depositar su confianza en un Yáñez rezagado en las encuestas, pero que ofrecía la esperanza de llevar la ciudad por un camino distinto.

Un año después de su hazaña y con una pandemia de por medio que no estaba en las cuentas de él ni de ninguno de sus homólogos, y que terminó alterando los planes de quienes apenas encendían los motores de las nuevas administraciones, las opiniones en Cúcuta están cada vez más divididas frente al papel que ha jugado en estos primeros meses el mandatario local.

Una oposición activamente crítica que día a día insiste en cuestionar la forma en la que se está dirigiendo la ciudad, pero también una administración con grandes problemas de comunicación, con tensiones internas y algunas medidas impopulares que los han puesto bajo la lupa de los cucuteños, han hecho que el debate, principalmente en las redes sociales, sea cada vez más amplio.

Para el alcalde, las reacciones que han surgido contra su gobierno obedecen justamente a esa dinámica de cambio que representa su proyecto “después de más de 20 años de políticas tergiversadas y equivocadas” y en esa medida prefiere no entrar en discusiones, pues considera que “las críticas infundadas siempre estarán a la vera del camino” y que ante eso, lo más importante “es responder con trabajo”.

Y aunque su propósito cuando se posesionó era que el equipo con el que arrancó lo acompañara hasta el final, apenas unos meses después varios empezaron a abandonar el barco, en lo que  ha sido considerado como una crisis de gobernabilidad, la cual Yáñez insiste en descartar, o a la que prefiere restarle fuerza.

“En ningún momento me he sentido presionado por la aparente situación de desgobernabilidad, por el contrario, la dinámica de los cargos públicos es esa”, asegura.

‘Tenemos una hoja de ruta’

Para Jairo Yáñez, estos primeros 10 meses al frente de la ciudad han sido positivos, más allá de los obstáculos o retos que les ha representado la pandemia, pues asegura que uno de los logros más importantes alcanzados hasta el momento, es que los cucuteños pueden contar hoy con una administración que vela por cada peso público.

“En menos de un año hemos recuperado, para nuestra ciudad, los grandes fortines de la corrupción que tenía el municipio en la EIS, en Imsalud, la Central de Transportes, el Área Metropolitana, el IMRD, el Centro Tecnológico y en general en la Alcaldía”, dice.

Señala que la administración cuenta también ya con una hoja de ruta clara, como lo es el Plan de Desarrollo ‘Cúcuta 2050, estrategia de todos’, que les va a permitir en los próximos años empezar a sentar las bases para una nueva ciudad con educación, inversión social y comprometida contra la corrupción.

Destaca que una de esas primeras estrategias que se empezó a poner en marcha es el proyecto Aliados por Cúcuta, “una ambiciosa apuesta por la defensa de los dineros públicos que hoy nos permite informarle a la ciudadanía que hemos ahorrado no menos de $15 mil millones en contratos similares a los que se hacían en el gobierno anterior, abrir la contratación y abanderar la realización de los proyectos más ambiciosos de inversión para generar empleo y reactivar la economía”.

El alcalde dice, igualmente, que durante estos meses su gobierno ha avanzado en el plan de ordenamiento del centro de Cúcuta y han construido un importante banco de proyectos en el Centro de Pensamiento Urbano del Área Metropolitana, que impulsará iniciativas de infraestructura para la ciudad y sus alrededores, a futuro.

Llegar con la institucionalidad a los barrios para promover allí apuestas estratégicas de creación de proyectos productivos, innovación y emprendimientos, habilitar a Cúcuta como gestor catastral e impactar en no menos de 4.000 o 5.000 emprendedores que, dice, han iniciado ventas virtuales, son otras tareas que Yáñez asegura se han puesto a rodar.

La inseguridad, sin embargo, se ha convertido en su principal lunar; las débiles relaciones con el Concejo no se han hecho esperar y son muchos los que le achacan la falta de experiencia para administrar.

Frente a estos cuestionamientos, Jairo Yáñez asegura que, “entender que la política se pueda hacer de una manera diferente, creo que es un reto” y que en esa medida solo queda trabajar y responder con resultados.

¿Y qué opiniones hay en la ciudad?

Juan Carlos Bastos, líder del gremio de taxistas

“Con el gremio de conductores de taxi no hemos sentido ningún respaldo por parte del señor alcalde. Estuvimos en pandemia, mucho conductor enfermo, le pasamos oficios, pero no recibimos ninguna ayuda, algo que sí ocurrió desde la Gobernación”.

Carlos Dueñas, concejal del partido Centro Democrático

“En mi concepto y el del partido, el alcalde no ha llenado ni la mitad de las expectativas. Creo que hay unas equivocaciones en algunas secretarías, unas que trabajan respecto a las necesidades de la ciudad, pero otras que no tienen la experiencia en la administración pública”.

Gladys Navarro Uribe, directora de Fenalco Norte de Santander

“Estamos evaluando 10 meses de trabajo con ocho meses de confinamiento. Creo que a este alcalde, como a los demás del país, les ha tocado duro, porque se han replanteado sus programas de gobierno, toda vez que la salud es prioritaria. Su administración escucha, él es muy firme en sus conceptos, por lo que cuesta presentarle otro punto de vista”.

Martha Maldonado, presidenta de Fedecomunal

“Es complejo calificar a una administración en esta crisis de pandemia que tenemos. En algunas cosas hubo acercamientos hacia la parte comunal, tenemos una expectativa de lo que se pueda hacer el año entrante; lo que sí no compartimos es el manejo que se le estaba dando al presupuesto participativo”.

José Oliverio Castellanos, concejal de Cambio Radical

“Es una administración que llegó a improvisar y en la parte pública no se puede llegar a improvisar, siempre hay que lograr ir hacia adelante. El alcalde es el administrador de los recursos, pero no es el dueño de la ciudad. Yáñez ha improvisado con un equipo de trabajo que no es idóneo para ejercer los cargos públicos y por eso la ciudad está atrasada”.

Alfonso Parra, dirigente comunal

“A 10 meses de haberse posesionado, encontramos una ciudad que estaba mal y nos llega un alcalde que no tiene un carácter de administración, una vocación, un conocimiento. Para mí, habría hecho más un dirigente comunal que el señor Jairo Yáñez”.

Ricardo Jaimes Solano, representante de la Asociación Sindical de Vendedores Informales de Cúcuta (Asovicut)

“Es con la única administración que los vendedores informales hemos podido tener una mesa de trabajo de concertación en la cual se ha intentado organizar a los vendedores informales en el centro de Cúcuta. Con este problema de la pandemia veo que lo hecho, no solamente por el alcalde sino a nivel nacional, ha sido muy poco, pero la COVID-19 no ha permitido que se haga un buen trabajo”.

Pedro Elías Rincón (Usuario de Facebook)

“Pues no ha cometido actos de corrupción como los otros, pero no basta con eso. Su accionar es muy pobre. Aun así, no me arrepiento de votar por él. Lastimosamente resultó ser el menos malo”.

Geovanny Gómez (Usuario de Facebook)

“El alcalde Jairo Yáñez nos refleja una inseguridad en su máxima expresión: la no entrega de mercados en pandemia, contratación dudosa, mucho más desempleo, palabras a favor de las empresas públicas prestadoras de servicios y no de la ciudadanía que lo eligió”.

Doris Clavijo (Usuaria de Facebook) 

“Cosas tan importantes como la seguridad, la recuperación del espacio público, la contaminación auditiva no se escucha, sino megáfono y gente con grabadoras etcétera”.