Aunque todavía está lejos la próxima campaña para aspirar a cargos de elección popular, el Consejo Nacional Electoral (CNE) acaba de sentar un precedente en materia de propaganda política, teniendo en cuenta que las redes sociales se han convertido en la principal plataforma de promoción de las candidaturas.

La Sala Plena de la corporación determinó que Facebook, Twitter e Instagram sí se consideran medios de comunicación y, en ese sentido, los mensajes que por estos canales se transmitan para promover aspiraciones electorales constituyen publicidad o propaganda política.

En consecuencia, los magistrados establecieron que hacer publicidad política en dichas redes en época prohibida, sí compromete la conducta de los candidatos,  y por eso solo estará permitida dos meses antes de las votaciones.

“…La propaganda electoral difundida a través de las redes sociales, a pesar de encontrarse amparada en el marco del derecho a la libertad de expresión, información y comunicación, no resulta absoluta frente a la libertad de elegir y ser elegido, y frente a la igualdad de los candidatos y agrupaciones políticas en los procesos electorales, teniendo en cuenta que se han convertido en un medio o canal de despliegue publicitario que no solamente se dirige a personas determinadas, sino indeterminadas e innumerables”, consideró el CNE.

El tribunal electoral basó su decisión en las consideraciones que ha hecho la Corte Constitucional, en el sentido de que: “La internet, los sitios web, las redes sociales, y demás plataformas digitales han sido catalogadas como medios de comunicación social por su carácter masivo, las cuales utilizan el espectro electromagnético”.

Así las cosas, para la siguiente campaña electoral que está prevista para 2022, y en la que se definirá la nueva composición del Congreso de la República y se elegirá al sucesor del presidente Iván Duque, los candidatos que acostumbran a comenzar la promoción de sus proyectos de manera anticipada, deberán tener en cuenta el manejo que le dan a sus redes sociales.