Venir al centro de Bogotá siempre es una aventura. Por las calles cerradas para hacer arreglos que nunca acaban, por las caravanas de funcionarios, por los retenes de policía. Pero esta mañana, que puede ser histórica para el país, del jueves 24 de noviembre del año 2016, caminar por las tradicionales vías donde se fundó la patria es más que una odisea.

El Teatro Colón está ubicado en la calle 10 entre carreras 5a. y 6a. Exactamente al frente de la Cancillería General de la Nación, a dos cuadras de la Iglesia de San Ignacio, del Colegio Mayor de San Bartolomé, del Congreso de la República, del centro político del país.

Hoy a su alrededor, tres cuadras al oriente, al occidente, al norte y al sur, hay nuevas barricadas de la Policía Nacional, que evitan el ingreso de cualquier persona no específicamente invitada o autorizada para estar en el acto en que se firmará la paz entre el Gobierno y las Farc y que esta vez sí promete poner fin al conflicto de más de 50 años.

Es difícil encontrar un sitio tan histórico como el Colón. Escenario de disputas partidistas desde el Siglo XIX, lugar de grandes gestas culturales, de aplausos y abucheos a presidentes y a otros dirigentes del país, se convertirá en el sitio en que alias Timochenko y Juan Manuel Santos le pongan punto final al proceso que han negociado por más de cuatro años.

A las 10 de la mañana y 30 minutos, una hora antes del horario programado para la emblemática firma, el Teatro Colón empezó a recibir a sus invitados, cerca de 800 personas que podrán ver en vivo el momento histórico.

Dentro, la platea y los cuatro pisos de balcones empezaron a llenarse.  En el escenario,  con los colores nacionales proyectados en la pantalla de fondo, están dispuestas 30 sillas de terciopelo rojo, una mesa con el Acuerdo Final, once banderas de Colombia, cuatro banderas blancas y dos atriles, desde los que hablarán Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño.

Una vez los dos dirigentes políticos intervengan y hayan rubricado por segunda vez un documento para acabar la guerra, los colombianos empezaremos a ver si es cierto que entre todos podemos construir un nuevo país, con respeto y en paz.