El destituido alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, reaccionó ante el anuncio del Presidente Juan Manuel Santos de no acatar las medidas cautelares de la CIDH y dijo que dicha decisión es histórica, en la que “ni siquiera Uribe (Álvaro) se atrevió a desconocer”.

“Lo que no hizo Uribe lo hizo Santos. Está incapacitado para hacer la paz de Colombia”, aseguró Petro.

“Cómo va a hacer la paz, cómo va a acercarse a los que ejercen violencia y decirles que es capaz de garantizar sus derechos”, cuestionó, agregando que “la ciudadanía es la única esperanza de paz para Colombia, los que dirigen el país no tienen estatura moral para hacerlo".

Calificó también que esa decisión “es un golpe de estado contra la ciudadanía de Bogotá”.

“El Presidente había dicho públicamente que se comprometía a seguir las conclusiones y lo que le hizo es la fuerte competencia de los movimientos que pertenecen al ala de Álvaro Uribe. Sacrificó el estado de derecho y las garantías políticas”, dijo.

“Fui un insurgente que dejo las armas y ganó limpiamente las elecciones. Ese voto determinó un mandato que tenía que terminar el 31 de diciembre de 2015. En esa medida lo que tenemos en cierta forma es un cierre de una promesa de paz. No nos respetaron, nos hicieron trampa”, puntualizó el exalcalde.

En su intervención, dijo que "el presidente Santos no habrá pasado a la historia por la paz, sino por ayudar a destruir el Sistema Interamericano".

De otro lado, afirmó que “el voto en Colombia no sirve”, y anunció que la invitación es a que los pueblos convoquen una asamblea constituyenye, ya que "han matado la Constitución del 91, por eso nos corresponde establecer nuevas instituciones de la paz".

Finalmente, se despidió de los más de mil seguidores que lo acompañaron en la Plaza de Bolívar, asegurando que "el que llega va a sentarse en mi escritorio y va a sentir la soledad del pueblo", y que "la justicia quizás nos devuelva a esta oficina y ese día otra vez llenaremos la Plaza de Bolívar".