Una novela digna de los mejores guionistas, en la que se mezclan líos sentimentales, presuntos favorecimientos en la contratación, excesos y millonarios sobrecostos, además de rencillas políticas, fue la que terminó por sacar de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) a su presidente desde septiembre de 2018, Luis Miguel Morelli Navia.

El lunes en la tarde y de manera sorpresiva, el exgobernador de Norte de Santander fue notificado de su declaratoria de insubsistencia por parte del propio presidente de la República, Iván Duque, y la ministra de Minas, María Fernanda Suárez, con quien, aseguran, tuvo una relación difícil desde que llegó al cargo.

Aunque en el escueto documento solo se informa de la decisión y se anuncia que asumirá como encargada Carolina Mary Rojas Hayes, ayer, en diálogo con Blu Radio el director del Departamento Administrativo de Presidencia de la República (DAPRE), Diego Molano, señaló que esta salida obedeció concretamente a una aparente “pérdida de confianza” en el funcionario, por parte del Gobierno.

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Si bien Morelli Navia es uno de los uribistas pura sangre, como quiera que fue uno de los promotores del Centro Democrático en Norte de Santander, al parecer, las denuncias que empezaron a circular desde el año pasado poniendo en evidencia las presuntas irregularidades en que estaba comprometido, terminaron por calar en el jefe de Estado.

El detonante

La estocada final con la que se concretó la salida del exfuncionario la habría propinado una carta que le fue entregada a la ministra de Minas, con fecha del pasado 18 de enero, y en la que se detallan los hechos que hoy tienen al nortesantandereano en la mira de los órganos de control.

En el documento firmado por Aura Clemencia Mejía Arroyo, quien dice pertenecer a la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Asfaddes), se asegura que “pudo más el poder corruptor de los políticos” y señala a Morelli de ser una persona “de doble cara”.

Allí se relata un episodio que involucra la vida privada de Morelli, ocurrido en la pasada cumbre de petróleo y gas, pero que terminó dejando al descubierto varias de las aparentes irregularidades que hoy lo salpican.

Según la denunciante, la actual pareja del exgobernador, Slendy Clavijo Pantoja, funcionaria de la Vicepresidencia de Promoción y Asignación de Áreas, “tomó el control de la Agencia, reorganizó las plantas de las vicepresidencias”, ascendió a su hermana a un cargo directivo, además de mejorarles los honorarios a varios primos suyos que también estaban vinculados a la ANH.

“También hay un buen número de contratos de prestación de servicios que la chanchullera doncella, por estos días, elevó de $8 millones a $22 millones (sic)”, se asegura en la carta.

En esta se revela que como una especie de “venganza” por lo ocurrido en la cumbre petrolera, personas cercanas a la exesposa del saliente director hicieron públicos los presuntos hechos de corrupción que rodearon el arrendamiento del inmueble para la oficina de fiscalización de la entidad.

“El canon fue tasado en $107 millones mensuales y los ingeniosos de la VOR-ANH resultaron pagando $198 millones, con el agravante que negociaron con un subarrendador que a la vez recibió el pago y no pagó a los dueños originales del inmueble, por lo que los $2.376 millones del año fueron robados en su totalidad (sic)”, señala un aparte de la carta.

En esta misma denuncia hecha contra Morelli Navia lo señalan, igualmente, de permitir planes de manejo ambiental amañados para áreas petroleras, hacer indiscriminadas inversiones logísticas, viajes, viáticos, gastos de alojamiento, entre otros, que no eran propiamente para el desarrollo de su función.

“Son cientos de episodios de corrupción y robo que el país pronto conocerá”, termina la denuncia.

En los órganos de control

Esta denuncia y otras que se hicieron anteriormente ya son de conocimiento de los órganos de control y desde antes de que se declarara la insubsistencia, hacían trámite tanto en la Procuraduría como en la Contraloría.

Según se puede ver en el Sistema de Información Misional del Ministerio Público, contra Luis Miguel Morelli Navia  avanzan dos investigaciones, una en la Procuraduría Delegada para la Moralidad Pública y otra en la Procuraduría Segunda Delegada para la Vigilancia Administrativa.

Los dos procesos tienen que ver con presuntas irregularidades en su gestión al frente de la ANH. Uno se encuentra en indagación preliminar y el otro ya avanzó a etapa probatoria de la investigación.

Entre tanto, la Contraloría General de la República indaga si hay lugar a la apertura de un proceso de responsabilidad fiscal contra el ahora exfuncionario, por un presunto detrimento patrimonial que podría llegar a los $1.302 millones. Esto, por cuenta del arrendamiento para la oficina de fiscalización.

Según la respuesta que dio el ente de control sobre las denuncias que llegaron al Ministerio de Minas, se comunicó una “observación con incidencia disciplinaria” por la aprobación de la ejecución de recursos a la ANH, ya que quien lo hizo no contaba con la competencia legal.

También se comunicaron dos observaciones, tanto por deficiencias en el proceso de planeación, al no hacer análisis de ofertas para elegir la mejor opción de precios, como por los costos del canon de arrendamiento.

Hasta anoche, el exdirector de la Agencia no se había pronunciado sobre su declaratoria de insubsistencia, ni las denuncias que se han hecho en su contra.

Tinte político

Más allá del contenido de las denuncias que se han hecho en contra de Luis Miguel Morelli como director de la ANH, algunos sectores consideran que su declaratoria de insubsistencia tiene un trasfondo político.

Lo anterior, por cuenta de los roces que desde antes de su nombramiento tenía con la ministra de Minas, María Fernanda Suárez, a quien algunos uribistas ubican como una persona mucho más próxima al santismo.

Para el senador José Obdulio Gaviria, es “absolutamente inexplicable” la forma en la que se dio la salida del funcionario de la Agencia Nacional de Hidrocarburos.“El hecho de que no hubiera un entendimiento entre él y la ministra, pues hace que la cuerda se rompa siempre por el lado más débil”, dijo.

Y agregó: “Ese procedimiento (la insubsistencia) no se corresponde ni con el nivel profesional, ni el conocimiento que el doctor Morelli tiene del sector, más el hecho de que tenga destrezas políticas, cosa que no es muy común para un funcionario que se mueve en un sector tan técnico”, sostuvo Gaviria.

El congresista exaltó el trabajo hecho por Luis Miguel Morelli al frente de la ANH, el cual, según el reciente balance de gestión, permitió que en el último año y medio fuera posible la firma de 11 contratos de exploración y perforación en un primer ciclo, 15 más en el segundo, y una cifra histórica de “tasa de éxito de colocación del 37%, superando el promedio internacional de 30%”.

Otros nortesantandereanos que salieron por escándalos

Álvaro Raad Gómez: fue director de la Aeronáutica Civil durante el gobierno de Ernesto Samper. El presidente tuvo que pedirle la renuncia, luego de que se descubriera que pidió 41 tiquetes a una aerolínea para transportar a unos amigos a Cúcuta, donde le iban a ofrecer un homenaje.

Miguel Peñaloza: el entonces presidente Juan Manuel Santos le aceptó la renuncia como ministro de Transporte, después de que el periodista Daniel Coronell revelara que el cucuteño tenía una compañía fundada por él, y a la que pertenecían su esposa e hijos, la cual mantenía millonarios contratos con el Estado.

Efraín Torrado: aunque el excongresista nortesantandereano pudo terminar su último periodo sin inconvenientes, decidió no buscar más su reelección por cuenta del escándalo en el que se vio envuelto y que se denominó el ‘Cartel de la contratación’, en Bogotá. Torrado fue llamado el año pasado a indagatoria por la Corte Suprema de Justicia.

José Fernando Bautista: el exministro renunció en 2011 a la Embajada de Colombia en Caracas (Venezuela), apenas unos meses después de su posesión, puesto que su nombre apareció en unos correos en los que se le vinculaba con el cobro de dinero a Miguel Nule.  La Fiscalía finalmente no pudo investigarlo, por tratarse de negocios en calidad de particular.

Pedro Marún: a finales de 2018 y sin cumplir siquiera dos meses en el cargo, Pedro Marún tuvo que dejar la presidencia nacional de Fenalco, luego de que se denunciara los presuntos préstamos que hizo con tasas de interés por encima de las permitidas por la ley, y por hacer firmar pagarés en blanco.