Para muchos fue la piedra en el zapato del Gobierno, para otros fue quien logró que la Cámara de Representantes fuera escuchada y unos más piensan que es un estratega.

Ese es Alejandro Carlos Chacón, el presidente de la Cámara que tuvo que dar trámite a las principales reformas y leyes que el presidente Iván Duque tramitó este semestre en el Congreso, muchas de las cuales, como la Reforma a la Justicia, criticó duramente por considerar que no contenía soluciones.

Al hacer el balance de este primer semestre de la legislatura, Chacón dice que lo importante fue que se debatió y no se pupitreó,  como era tradición en el Congreso. También destaca que esta Cámara es la que más debates de control político ha adelantado.

El dirigente cucuteño se refirió, igualmente, al presidente Iván Duque, de quien considera lo está haciendo bien, pero agrega que muchos de los asesores que lo acompañan son quienes no dejan que llegue bien el mensaje de lo que quiere su Gobierno.

Sobre lo que fue este primer periodo de sesiones y lo que viene habló Chacón.

¿Cuál es el balance que hace sobre el periodo de sesiones que acaba de terminar?

Fue un muy buen balance para el Congreso como también para el Gobierno. El ciudadano pudo ver una forma diferente del ejercicio de la actividad legislativa.

En su opinión, ¿cómo le ha ido al presidente Duque?

Es un buen hombre y bien intencionado. Uno de sus defectos, me parece, es querer complacer el pensar de todos los sectores. Creo que un gobernante se escoge para que decida sin vacilación o parecerá débil. Él es el jefe de Estado y de gobierno, la gente creyó en él. Considero que nunca las decisiones complacen a todo el mundo, pero cuando se gobierna se debe hacer con convicción y carácter. Hay mucho técnico en este Gobierno que no sabe mandar sus mensajes ideológicos, eso es un gran problema; él no puede soportar todo el andamiaje del Estado solo.

¿Se siente el jefe de la oposición, como lo consideran algunos?

No. A cualquiera que hubiera llegado a ser presidente lo apoyaría, porque el país requiere de los políticos. El pueblo decidió y el país requiere que se apoyen. Eso sí, nunca seré áulico de nadie. En lo que creo y pienso que sea equivocado, daré una lucha para que no sea realidad, así sea de un gobierno afín a mi partido.

Algunos sectores lo llamaron autoritario por el manejo que le dio a diferentes temas, ¿lo es?

No, tengo carácter, me gusta la disciplina y el orden y si me escogieron para dirigir la Cámara, en ocasiones me ha tocado ejercer la autoridad, espero que con respeto a cada sector. Sin embargo, siempre hay uno que se siente afectado, pero considero que trato de ser ecuánime.

¿En qué cree que se diferencia su mandato de otros?

En que la Cámara y el Congreso se respetan, son autónomos e independientes. Esta es una Cámara que lleva 12 debates de control político solo en plenaria, en medio periodo; eso jamás se había visto. Siempre, en todo el periodo de un presidente, máximo se había llegado a tres. Lo común era en comisiones, no en plenaria los debates nacionales.

¿Cree que al Gobierno le va a ir bien en 2019?

Quiero y queremos que le vaya bien por el bienestar del país. Deben entender que el Congreso está para limitar su poder cuando se desborda legislativamente o en su gobernanza, así es en el mundo. Creo que en la Cámara se viene trabajando así, pero siempre queriendo que no se equivoque, como con gravar la canasta o  a los pensionados, a la clase media o a las personas del mínimo; a aquellos que solo superan la pobreza del transporte público con una moto. El Congreso no dejó que eso sucediera. Este es un Congreso que ejerce su poder en favor de la gente no del Gobierno y eso es bueno para el país y para el presidente.

¿Qué pasó con la Reforma a la Justicia que no le gustó para nada?

No era concertada y no solucionaba nada. Queremos una reforma que solucione la descongestión, que les dé los recursos necesarios para ello, que un juez y un fiscal no estén esperando tres meses para un turno en sala de audiencia, que sea mejor el cuerpo de la justicia, que se hable con asociaciones de abogados, con jueces y magistrados, con Asonal Judicial y sindicatos de empleados, con usuarios. Ellos saben cómo pueden mejorar, pero en un escritorio del Gobierno, sin concertación y sin conocer las verdaderas problemáticas, no es posible. Me complace que el Gobierno ahora lo haya entendido y empiece esa gran concertación nacional, pero con la jurisdicción de primera mano.

En el ambiente quedó la sensación de que usted tenía problemas con la ministra de Justicia, Gloria María Borrero, ¿es así?

Ninguno, solo percepción ideológica. Ella cree, seguramente, que la justicia se arregla en las ramas del árbol, yo no creo eso. Pienso que el gran problema es la descongestión, que ella en nada midió en la reforma. Eso, por solo poner un ejemplo.

¿Cómo califica la aplicación del Estatuto de la Oposición en el Congreso?

Si bien es muy importante el Estatuto de la Oposición, esto terminó siendo más un saludo a la bandera al que nos estamos acostumbrando, porque hoy vemos posiciones como si fueran independientes de algunos partidos del Gobierno, también en ocasiones vemos a algunos de la oposición que terminan acompañando los proyectos del Gobierno. Los partidos independientes terminaron siendo más fuertes aun que la propia oposición en algunos casos. Hay que decantarlo mucho más. Estamos a la espera de la reglamentación que haga el Consejo Nacional Electoral.