En uno de los momentos más complejos por los que atraviesa la implementación del acuerdo de paz con las Farc, el Gobierno Nacional tuvo que pasar al ‘tablero’ ante la ONU, para informar cómo avanza la misma y los riesgos que se avizoran en el corto plazo.

Y fue el vicepresidente de la República, el general Óscar Naranjo, el encargado de entregar el reporte al Consejo de Seguridad de la ONU, el cual sesionó de manera especial esta semana para recibir el reporte no solo del Gobierno colombiano, sino de su enviado especial en el país, Jean Arnault.

Naranjo admitió las preocupaciones de la ONU por los asesinatos de los líderes sociales, así como también por los inconvenientes con el proceso de reintegración de los exguerrilleros, pero explicó que con la presencia de la Fuerza Pública y mayor seguridad, se está atendiendo a los defensores de derechos humanos y a las comunidades.

Insistió en que pese a los nubarrones, Colombia cumplirá con un proceso exitoso en la reincorporación de los más de 12.000 hombres que dejaron las armas.

Sobre el informe presentado, las alertas de la ONU y lo sucedido en la frontera con Ecuador, días atrás, habló el vicepresidente.

¿Cuál fue la postura del Consejo de Seguridad de la ONU tras analizar el nuevo balance de la implementación de los acuerdos de paz?

La totalidad de los miembros del Consejo de Seguridad respaldaron, sin vacilaciones, el proceso de paz colombiano y especialmente esta fase de construcción de la paz. Esto para Colombia tiene que producir gran satisfacción y confianza de que el país camina por la vía correcta.

¿Qué recomendaciones hicieron frente a lo que falta?

Aparecen unas prioridades que el Gobierno de Colombia y el Consejo de Seguridad comparten y es que frente al tema, por ejemplo, de los asesinatos de líderes sociales hay que ponerle fin a esa cadena de homicidios, porque resulta muy contradictorio, como lo dije allá, que habiendo alcanzado el año pasado la tasa más baja de homicidios en los últimos 42 años, tengamos ahora un incremento de asesinatos de líderes sociales.

¿Y cuál fue la propuesta del Gobierno para enfrentar ese panorama?

Sobre eso dimos nuestras respuestas para mostrar ya un sistema integral que se funda en unas medidas preventivas, como el fortalecimiento del sistema de alertas tempranas, un despliegue de protección colectiva a las comunidades, la gran operación que cumplen las Fuerzas Militares con presencia en 600 veredas protegiendo a esas comunidades, la constitución del cuerpo élite de la Policía y la unidad especial de la Fiscalía, que ya están generando unos resultados muy importantes, como quiera que el esclarecimiento de los últimos hechos pasó a tener un porcentual de identificación del 46%, en relación con los victimarios.

Además de las recomendaciones sobre los líderes sociales, ¿qué otra sugerencia se hizo?

Particularmente, que hay que mantener firmeza frente a momentos o coyunturas en que aparecen obstáculos y seguir avanzando, como se ha programado, con la reintegración o reincorporación en términos del tránsito a la legalidad de los excombatientes, su vinculación laboral y que se ofrezca seguridad socioeconómica para que puedan emprender proyectos de vida, con vocación agraria y campesina. Eso significa que avancemos en el tema de tierras, no solo para favorecer a los excombatientes sino a las comunidades que estuvieron en medio del conflicto y que están reclamando que ahora, con el fin del conflicto, haya un reordenamiento territorial.

¿Se hizo alguna referencia sobre el manejo de los fondos de paz, hoy en la mira por posible corrupción?

Ese tema no apareció en la reunión con el Consejo de Seguridad. Sobre eso ya nos habíamos anticipado con las embajadas y la comunidad internacional, a quienes, de manera detallada, les informamos de las medidas de revisión estructural, del proceso de reestructuración del Fondo y la separación de la funcionaria que manejaba el Fondo.

¿Cómo le fue en la reunión con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres?

Lo primero que hicimos fue agradecerle su presencia hace unos meses en Bogotá. Él tuvo la oportunidad de venir y visitar algunos de los espacios territoriales. También hablamos de la situación que se está dando en la frontera con Ecuador y condenamos el secuestro y muerte de los periodistas y este nuevo secuestro.

A propósito de Ecuador, ¿en esa reunión se ahondó sobre la tensión que ha desencadenado el asesinato del equipo periodístico del vecino país?

En este encuentro con el secretario Guterres reiteramos el compromiso expresado por el presidente Juan Manuel Santos de cooperar con las autoridades ecuatorianas. Además, le mencionamos que en esa zona de frontera se está haciendo presencia con 12.000 militares y policías. También le indicamos que en el sector hay injerencia del narcotráfico y de organizaciones transnacionales, pero en todo caso, la garantía de que tendremos paciencia y de que las relaciones no van a sufrir como resultado de la intervención de un criminal en la zona fronteriza.

¿Hablaron sobre Venezuela?

No, ese tema no lo tratamos.

¿Cómo ha sido ese año largo que lleva como vicepresidente de la República?

Esta es una Vicepresidencia que se ha ocupado de estar en los territorios más afectados por el conflicto. Hemos acumulado en ese año 103 viajes, en donde he visitado 23 departamentos, unos 37 municipios y un número grande de veredas de esa Colombia rural en donde se está empezando a tener dividendos de paz con el fin del conflicto. Esta Vicepresidencia se ha convertido en el punto de encuentro del desencuentro y esa ha sido mi tarea, procurando en todo caso, que la paz sea un hecho irreversible.

Las preocupaciones de la ONU

Esta semana, durante la presentación del  informe trimestral del Consejo de Seguridad de la ONU, este organismo internacional dejó ver varias preocupaciones sobre el avance que ha tenido el proceso de reinserción de los desmovilizados de las Farc a la vida civil.

Entre los aspectos recalcados por la misión que ha acompañado el proceso de paz y que generan una alerta para el Gobierno figuran:

El atraso de la reincorporación socioeconómica de los excombatientes.

La transición de la reinserción temprana a la reincorporación sostenible todavía no ha concluido y esa incertidumbre sigue minando la confianza de los exmiembros de las Farc.

Sigue habiendo problemas técnicos y de coordinación, pero el compromiso de la Unidad Nacional de Protección y de las fuerzas de seguridad constituye una base firme a partir de la cual ampliar las garantías de seguridad en las próximas semanas y meses.

El resurgimiento de la violencia en varias de las zonas más afectadas por el conflicto y el persistente historial de asesinatos de líderes comunitarios y sociales son motivo de preocupación en la actualidad.