La Misión de Verificación de la ONU en Colombia, en su más reciente informe correspondiente al periodo entre el 26 de septiembre y el 28 de diciembre de 2020, propone cinco prioridades para implementar en el 2021, en lo que corresponde a la reincorporación de los excombatientes de las Farc y las garantías de seguridad para los firmantes del Acuerdo de Paz.

En el documento, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, reconoce la reducción en los niveles de violencia, la ampliación de la democracia, los avances en la justicia transicional, los logros del proceso de reincorporación de los exguerrilleros y la puesta en marcha de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), como algunos de los resultados principales de la implementación en estos cuatro años.

No obstante, Guterres pide avanzar en todas las áreas, especialmente en los temas de seguridad, que sigue siendo el reto principal para la consolidación de la paz. “Los avances en el proceso de reincorporación y en los PDET deben ir acompañados de una implementación más vigorosa de otras partes del Acuerdo, en particular las orientadas a mejorar la seguridad en los territorios, requisito necesario para que se arraigue una paz firme y duradera”, dice.

En este sentido, recomienda fortalecer la protección y seguridad de excombatientes, comunidades afectadas por el conflicto y líderes sociales y los defensores de los derechos humanos. El informe señala que desde la firma del Acuerdo, la Misión ha verificado 248 asesinatos de excombatientes (incluidas seis mujeres), 21 de ellos durante el trimestre analizado y 73 durante 2020. 

 “Es clave reforzar el apoyo a la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía General de la Nación y a las entidades judiciales locales para lograr llevar ante la justicia a las personas responsables de las amenazas y los asesinatos de líderes y lideresas sociales y de excombatientes”, agrega el documento.

Sostenibilidad del proceso

Como segunda prioridad, el secretario general recalca la importancia de acelerar medidas para asegurar la sostenibilidad del proceso de reincorporación. Al respecto, el funcionario destaca que, cuatro años después de la dejación de armas, más de 13.000 excombatientes de las antiguas Farc (23% mujeres) siguen comprometidos activamente con el proceso de reincorporación, y que las partes continúan trabajando juntas para superar los retos del proceso.

Guterres subraya también que la presencia integral del Estado sigue siendo una condición necesaria para una paz duradera y para el desarrollo sostenible. “El avance en la implementación depende del diálogo constructivo entre el Gobierno y Farc, para discutir y resolver de manera conjunta los distintos desafíos que enfrenta el proceso”, dice el informe.

Por esta razón, la cuarta prioridad que recomienda la Misión de Verificación, es reforzar el diálogo constructivo entre las partes, especialmente a través de los mecanismos establecidos por el Acuerdo, como la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI), que es el principal foro de diálogo entre las partes.

La quinta prioridad es fortalecer las condiciones para la reconciliación, incluyendo estrategias mediante el trabajo del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, y del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia. 

El informe destaca también que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha avanzado en sus siete macrocasos, que la Comisión de la Verdad continúa recopilando y analizando miles de testimonios para su informe final,  y que la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas sigue  brindando alivio a las familias de las personas desaparecidas.