La Sección Quinta del Consejo de Estado dejó en firme la elección de los representantes a la Cámara por los colombianos en el exterior, Jaime Buenahora y Ana Paola Agudelo, para el periodo 2014-2018.

Los dirigentes habían sido demandados con el argumento de que durante su proceso de elección, en marzo de 2014, se registró trashumancia internacional, suplantación e irregularidades en un formulario electoral y en las actas de escrutinio de las comisiones escrutadoras creadas por el Consejo Nacional Electoral, entre otras irregularidades que ameritaban la anulación de sus credenciales.

Sin embargo, al analizar el caso y las pruebas aportadas, los consejeros encontraron que, si bien se pudieron detectar algunas inconsistencias, por ejemplo, en materia de trasteo de votos, estas, en su conjunto no tuvieron el potencial de afectar el resultado definitivo de la elección.

“La Sala encontró que de los titulares de los 2.648 números de cédulas demandados por el cargo de trashumancia, 2.127 no son trashumantes, mientras que los 521 restantes sí lo son. Los primeros, por cuanto no se les desvirtuó la presunción de residencia electoral y los segundos, por tratarse de personas que no hicieron parte del censo de ciudadanos en el extranjero conformado para las elecciones del 2014”, consideraron los magistrados en el fallo.

En cuanto a los reproches que les hacían a los representantes por la supuesta suplantación de votantes, el Consejo de Estado consideró que a pesar de que sí se encontraron  algunas irregularidades en las cifras, al descontar los votos fallidos, estos no alteran de manera significativa el resultado, “porque sigue existiendo una diferencia de 808 votos entre el candidato elegido por el Partido de la U (Jaime Buenahora Febres) y quien le siguió en votación (Zoilo César Nieto Díaz)”.

Por esta razón se decidió negar las pretensiones del demandante que buscaba la nulidad de la elección.

Los consejeros Rocío Araújo Oñate y Carlos Enrique Moreno Rubio aclararon su voto frente a algunas de las consideraciones plasmadas en el fallo.