Las últimas semanas no han sido nada fáciles para el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC),  que justamente acaba de cumplir un año de haberse conformado como organización política, tras su desmovilización como guerrilla.

A las alertas que ha despertado la posible deserción de algunos de los principales líderes de la extinta agrupación armada como Iván Márquez, El Paisa y Romaña, se le suma ahora las molestias al interior de la colectividad, por la forma cómo la viene dirigiendo quien fuera el máximo comandante del secretariado, Rodrigo Londoño Echeverri, Timochenko.

En una carta dirigida al Consejo Político de FARC, Joaquín Gómez, excomandante del Bloque Sur y exmiembro también del secretariado, criticó duramente el proceder de Timochenko y algunas posiciones que ha tenido a lo largo de estos meses de vida pública, toda vez que asegura que son contrarias a la esencia de lo que fue el grupo insurgente.

“Cómo es posible que se cometan incoherencias, partiendo por su puesto de nuestra óptica de revolucionarios, tales como la de Timo, al afirmar en un foro en Manizales, que él pedía que al “honorable” senador Uribe se le respetara el debido proceso, y “el principio de inocencia”, mientras que en el caso Santrich, lo que dijo fue palabras más, palabras menos, que Santrich debería demostrar su inocencia, o sea, que se partía del hecho de que era culpable”, cuestionó Gómez en su misiva.

En esta también señala que si bien no tiene nada que decir del presidente de FARC como persona, “como jefe, le vemos serias dificultades, ya que tiene ausencia de liderazgo, es rencoroso y revanchista”.

Las críticas se extienden a otro de los hombres visibles de la desaparecida guerrilla, Pastor Alape, a quien señalan de nepotismo, pues explican que uno de sus sobrinos ha tenido una influencia importante en asuntos internos del partido.

En ese sentido, Joaquín Gómez pide que se haga un congreso extraordinario con los miembros de Fuerza Alternativa, en el que se evalúe el panorama del partido, su dirección y estrategias.

En la más reciente cumbre de FARC, apenas 82 de sus 111 integrantes asistieron y aunque no dieron nombres, se supo que cinco no respondieron a la convocatoria y otros cinco renunciaron al partido.