El jefe del equipo negociador del Gobierno en los diálogos de Quito (Ecuador), Juan Camilo Restrepo, aseguró que los mayores riesgos del cese bilateral del fuego que se acordó con el Eln están en aquellas zonas como Norte de Santander, en donde hay presencia de otro tipo de delincuencias frente a las que la Fuerza Pública tiene que seguir actuando.

Según el también exministro, en estos espacios de la geografía nacional se podrían presentar enfrentamientos por parte del Ejército u otra fuerza contra aquellos que están delinquiendo y el Eln podría quedar en medio.

Por esa razón, las partes acordaron que la Iglesia católica y los mismos representantes de las Naciones Unidas que acompañaron el cese el fuego con las Farc, verifiquen en terreno lo sucedido y ayuden a minimizar los incidentes que se presenten.

“Este es un primer experimento, no es el cese el fuego del fin del conflicto, ni el de la entrega de armas, ni el que acompaña la desmovilización. Es el comienzo y el Eln estuvo de acuerdo que fuera acompañado de medidas de carácter humanitario, subrayando que el primer destinatario es la sociedad civil”, manifestó Restrepo.

Y aunque el jefe negociador admitió que este es un primer y gran paso para poner fin a un conflicto de más de medio siglo, insistió en que no habrá zonas vetadas para la Fuerza Pública.

Por eso, dijo que las autoridades seguirán ejerciendo sus funciones de manera plena y cualquier delito que cometa el Eln será castigado.

Juan Camilo Restrepo aseguró que la mesa de negociaciones avanza en otros aspectos importantes de la agenda, como las consultas populares que se iniciarán con unas audiencias en Quito, a partir de los próximos ciclos de conversaciones.

El negociador manifestó que también se han dado algunos avances importantes para iniciar el programa de desminado humanitario en varias zonas del país. “La decisión política de iniciar ya está en la mesa”, sostuvo.