Desde el pasado 2 de mayo, el Concejo de Cúcuta se encuentra estudiando el Plan de Desarrollo que se convertirá en el derrotero para los cuatro años de administración del alcalde Jairo Tomás Yáñez Rodríguez.

La iniciativa denominada ‘Cúcuta 2050, estrategia de todos’ tiene como principal enfoque la educación y la cultura, y según la directora del Departamento Administrativo de Planeación Municipal, Margarita Contreras, este instrumento de planeación lo que busca es dejar sentadas las bases para que la próxima generación encuentre una mejor ciudad, con oportunidades y las condiciones adecuadas para desarrollarse como ciudadanos.

“Sentar las bases de políticas públicas con visión de futuro, ordenar el municipio, enseñar desde el ejemplo, con un enfoque de desarrollo humano en una construcción holística del territorio”, explicó.

Su apuesta diferente, orientada mucho más a la ejecución de programas que proyectos, con menos obras de envergadura y pensada en cambiar el prometer” por “en qué nos vamos a comprometer”, como una forma de vincular a la ciudadanía en los procesos de desarrollo, ha encontrado varios peros y cuestionamientos al interior del Concejo.

Y es que además de la evidente tensión que persiste entre el gobierno local y las mayorías de la corporación, otros factores como la crisis sanitaria actual han incidido de manera significativa en el aumento de las exigencias sobre el contenido de la carta de navegación que guiará al alcalde Yáñez y su equipo.

A propósito de las críticas que a diario se escuchan frente al documento, La Opinión conversó con cuatro de los seis integrantes de la Comisión del Plan (tres independientes y uno del oficialismo), quienes son los encargados de revisar el texto en detalle, para conocer cuáles son esas inquietudes y reparos que tienen sobre el instrumento de planeación presentado y cuáles las propuestas de cambio que le sugieren al alcalde:

Se debe ajustar a la nueva realidad

Uno de los hechos con los que no contaba la administración y que se le atravesó en el camino, justo cuando se encontraba consolidando el documento, fue la pandemia del coronavirus.

Aunque la directora de Planeación ha reconocido que esta emergencia los llevó a recalcular las proyecciones constantemente, Oliverio Castellanos, Jorge Acevedo, Albert Casadiegos y Jair Díaz coincidieron en que una de las prioridades en este momento para la administración municipal, es sincronizar o adaptar el Plan a la era “poscoronavirus”, pues todavía eso no se observa.

“Se ha solicitado que el Plan de Desarrollo se armonice con la nueva realidad de la ciudad, priorizando programas que alienten el emprendimiento de las Pymes y, a la par, programas que logren combatir la informalidad, generando empleos formales. Entendemos que es difícil, pero debemos aunar esfuerzos para lograr que la Cúcuta del futuro se amolde a la era pos-COVID-19 y puedan atender las necesidades que se desprenden de esta nueva realidad”, consideró Casadiegos.

En ese mismo sentido está orientado uno de los principales cuestionamientos que le ha hecho el concejal Jorge Acevedo a la administración. Para el excandidato a la Alcaldía, la mayor urgencia de Cúcuta en los próximos meses será la reactivación económica, dadas las secuelas que dejará el virus, sin embargo, esto no está contemplado en el Plan.

“El diagnóstico del Plan de Desarrollo dice que Cúcuta tiene  hoy un desempleo del 16,3% y un  71% de informalidad, pero cuando pase este tema, los expertos creen que esto va a aumentar por encima del 25% y que la informalidad va a pasar el 80%. Entonces, sobre esos aspectos es que hay que trabajar la elaboración del Plan y por eso el estudio lo estamos basando en eso”, aseguró.

Jair Díaz, uno de los concejales aliados del alcalde Jairo Yáñez, también es partidario de que se debe sintonizar el Plan con el nuevo escenario que dejará el coronavirus.

“Es conveniente reordenar, en algunos casos, los componentes, programas y productos, adicionar en otros, y darles prioridad a propuestas y metas que se consideran de mayor prioridad para consolidar una visión de desarrollo, a la luz de las nuevas realidades creadas por la crisis”, planteó.

Menos estudios, más empleo

El concejal Jorge Acevedo le dijo a La Opinión que una de las recomendaciones que le ha hecho a la administración municipal desde que arrancó el análisis del Plan, es que en lugar de tantos estudios y documentos que se proponen, se incorporen  propuestas concretas de generación de empleo.

El dirigente recordó que el 99,2% de las empresas formalizadas en Cúcuta son fami, micro y pequeñas, razón por la cual no van a soportar los meses de confinamiento, pues viven del día a día, y lo que necesitan en este momento es un salvavidas.

“Entonces, mi propuesta es que, por ejemplo, una secretaría de despacho como Equidad de Género o cualquier otra, la plata que tenía presupuestada para estudios o lo que no sea dedicado a generación de empleo, la pase al Banco del Progreso y generemos un fondo rotatorio que le permita a ese 99,2% reactivarse económicamente”, planteó.

Acevedo insistió en que su propuesta está orientada a que la administración municipal se convierta en una especie de motor, “de arranque” para que empiece a haber demanda en Cúcuta, poniendo recursos en la gente, creando obras de infraestructura. “La pobreza se disminuye generando riqueza a la gente y para eso se requiere generación de ingresos”, dijo.

Nada de gestión, solo trabajo con recursos propios

Para el concejal Oliverio Castellanos, uno de los reparos que encuentra sobre el Plan de Desarrollo es que, en su criterio, es un documento muy plano, en el que no se proyecta gestión.

“Esta administración no se va a dedicar a gestionar, simplemente a gastar lo que ingresa al municipio por concepto de Industria y Comercio, predial y demás. Es decir que, si los cucuteños no pagamos impuestos no habrá obras, no habrá inversión en este cuatrienio”, consideró.

Agregó que la administración está presentando unos proyectos estratégicos para aterrizar hacia 2023, pero no hay claridad en torno a si estos se van a ejecutar con la ayuda del Gobierno Nacional, cofinanciados con el departamento o solo estarán a cargo del municipio. “Simplemente los dejan en el tintero”, cuestionó.

Sin proyectos de impacto

 La administración ha dicho que el Plan está enfocado más a sentar las bases de unas políticas públicas con visión de futuro. (FotoCortesía) 

El concejal Albert Casadiegos, entre tanto,  manifestó que una de sus principales inquietudes frente al Plan ‘Cúcuta 2050, estrategia de todos’, es que esa proyección de la ciudad a 30 años que se sugiere, no se percibe como tal.

“El Plan no vislumbra obras o proyectos de impacto que logren alcanzar las metas propuestas para la Cúcuta del 2050, ya que  contiene muchos observatorios, capacitaciones, pero muy pocas herramientas claras de planeación que permitan entender cómo se lograrán llevar a cabo los proyectos propuestos”, consideró.

Y aclaró que su crítica no está orientada a que se hagan obras gigantescas, “sino obras con impacto social, que logren suplir las necesidades del pueblo cucuteño”.

Un cuestionamiento más en ese mismo sentido hizo el concejal Acevedo, quien consideró que, “Cúcuta necesita saber cuál es el modelo de desarrollo al que le vamos a apostar; cuál es la propuesta para proyectar a Cúcuta realmente al 2050 y no al 2024 como lo estoy viendo en este momento”.

Molestia por las modificaciones

Un hecho que ha generado el disgusto de los concejales, no solo los que integran la Comisión del Plan, es la reiterada modificación al contenido del documento que inicialmente se presentó al Concejo.

Al respecto, Jorge Acevedo reprochó que mientras la corporación se dedicó a estudiar el Plan que presentaron hace algunas semanas, los secretarios están llegando a las socializaciones con unos indicadores distintos, que ellos aún no conocen.

Casadiegos también señaló que el Plan Plurianual de Inversiones ha sufrido cuatro modificaciones, lo que genera confusión respecto a la capacidad económica que tiene el municipio para el cuatrienio y la forma en que se invertirán los recursos existentes.

El pasado viernes, este mismo asunto fue motivo de discusión entre el concejal Oliverio Castellanos y la directora de Planeación, Margarita Contreras, pues  el ponente del proyecto llamó la atención frente a los reiterados cambios que le han  hecho a la iniciativa y que, en su criterio, obedecen a una “improvisación”.

Al respecto, la funcionaria municipal señaló que los cambios se tienen que estar haciendo para poder construir un documento “dinámico y abierto a la ciudadanía”.

La validación del contenido del Plan con los diferentes secretarios de despacho se extenderá hasta el próximo 26 de mayo y el 31 de este mismo mes deberá quedar definido y aprobado por la plenaria del Concejo.