El remezón ministerial que desde hace varios meses le venían pidiendo al presidente Juan Manuel Santos, más que darle tranquilidad a quienes exigían un giro en la forma cómo está dirigiendo las riendas del país, terminó por desatar una fuerte tensión política, incluso con aquellos que se consideran los principales aliados del Gobierno Nacional.

Además del Polo Democrático y la Alianza Verde, que recibieron un asiento en el gabinete pese estar en orillas opuestas al jefe de Estado, el liberalismo no ha ocultado su malestar por la forma cómo reorganizó sus fichas el mandatario, lo que conllevó a que perdieran uno de los principales ministerios: el de Justicia.

Y es que como lo reconoce el mismo copresidente de la colectividad, el senador Horacio Serpa, últimamente las relaciones con el Gobierno no pasan por su mejor momento, por lo que lo sucedido el lunes terminó abriendo aún más las grietas entre las dos partes.

“Lo que he dicho en mis declaraciones y en mis escritos, y lo sostengo, es que para efectos de determinadas decisiones, sin quebrantar para nada el fuero presidencial, debe haber diálogo con los partidos”, aseguró Serpa.

Días atrás el liberalismo ya había sufrido un primer desplante en la conformación de la terna para fiscal general de la Nación, al no ser tenido en cuenta su candidato Jorge Fernando Perdomo, pese al lobby que habría intentado hacer  el expresidente César Gaviria.

Aunque el senador ha negado que el Partido Liberal estuviera pidiendo la inclusión de su principal ficha en ese grupo de aspirantes, es evidente la molestia que les ha provocado el nombre de Néstor Humberto Martínez, quien  sí se hace presente como una clara cuota de Cambio Radical, partido del vicepresidente Germán Vargas Lleras.

“La Unidad Nacional ya cumplió su cometido. Al Partido Liberal le gustaría más tener relaciones directas con el Gobierno y no a través de la Unidad Nacional, ni mucho menos”, manifestó Serpa, aunque aclaró que no contemplan retirarse de la coalición.

‘Al agua patos’

A propósito de Vargas Lleras y la tensión con el Partido Liberal, el senador Horacio Serpa le reprochó al presidente Juan Manuel Santos los privilegios que estaría teniendo con su coequipero,  y hasta le advirtió las consecuencias que esto podría traer.

“Si siguen presentándose una serie de privilegios para determinados sectores políticos, si sigue patrocinándose desde la Casa de Nariño una candidatura presidencial, nosotros tenemos que tomar definiciones”, aseguró.

En este sentido, el dirigente liberal consideró que es hora de que el país se pregunte si llegó el momento de que el vicepresidente de la República salga a la palestra a trabajar por su candidatura presidencial.

“Siendo tan importante el señor vicepresidente, siendo de público conocimiento que es candidato a la Presidencia, pues como decía en alguna oportunidad Carlos Lleras, el abuelo de don Germán, al agua patos”, dijo.
Pese a perder un ministerio, el Partido Liberal estará temporalmente al frente de una de las carteras más importantes o, por lo menos, la que demanda la mayor confianza por parte del jefe de Estado: la de la Presidencia.

Aunque Santos anunció que este despacho volverá a ser una secretaría, el ministro del Posconflicto, Rafael Pardo, asumirá dichas funciones, mientras se nombra el reemplazo de María Lorena Gutiérrez.

López no dirigirá más el Polo

El otro partido que terminó dividido por cuenta de las recientes designaciones del presidente Juan Manuel Santos, es el Polo Democrático Alternativo, cuya principal representante, Clara López, entró a hacer parte del gabinete de Gobierno.

Aunque la excandidata presidencial renunció a su cargo como presidenta de la colectividad de izquierda, un grupo de dirigentes de ese partido, en cabeza del senador Jorge Robledo, advirtió que al aceptar el cargo, López actuará a título personal y sus decisiones no comprometerán la posición del Polo. “Ningún integrante del Polo podrá fungir como representante de nuestra organización en el gobierno de Juan Manuel Santos”, manifestaron.

La designada ministra de Trabajo, sin embargo, dijo que aunque existen relaciones tirantes con el sector del MOIR, el Polo Democrático no se desestabilizará con su nombramiento.

“Yo no he hablado con Robledo, pero el grupo del MOIR no está de acuerdo con la posición que yo he asumido en torno a la paz, frente a lo que yo considero mi deber con mi país. En estos temas yo quiero mucho a mi partido pero quiero mucho más a Colombia”, aseguró.

La Opinión