Nueve dependencias de la Alcaldía de Cúcuta han sufrido cambios por cuenta de las renuncias de sus titulares en los casi 11 meses de la administración del ingeniero Jairo Tomás Yáñez Rodríguez, eso sin contar la lista de subsecretarios que también han dicho adiós en este corto tiempo. 

Este escenario, atípico si se quiere, ha profundizado los interrogantes sobre las verdaderas razones que han llevado a los funcionarios a apartarse tan temprano del proyecto Yáñez. 

El último gran movimiento se dio la semana pasada en la Secretaría de Gobierno, luego de que su titular, Francisco Javier Cuadros, quien logró salvarse de la moción de censura que impulsaban las mayorías del Concejo en su contra, decidió apartarse sorpresivamente del cargo. 

“Doy fe de que Cúcuta cuenta con un hombre honesto, sincero y visionario, que de manera permanente nos convoca a toda la ciudad a asociarnos, a construir un liderazgo colectivo. Ánimo señor alcalde, con confianza y fe la Cúcuta soñada será una realidad. Gracias”, escribió el exfuncionario en sus redes, tras presentar la carta de renuncia.

Las palabras de despedida de Cuadros, sin embargo, contradicen la percepción que se tiene del gobernante local al interior del Concejo. O por lo menos esto es lo que deja ver el concejal del Centro Democrático, Carlos Dueñas, quien considera que la administración de Jairo Yáñez carece, “no solamente de un líder”, sino de una persona que logre “cohesionar todas las secretarías”. 

“Tal vez uno de los factores de las renuncias es la poca comunicación entre las mismas secretarías y la cabeza que es el alcalde. Uno no entiende las políticas que intentan imponer desde el mismo despacho, que muchas veces no son compartidas en las distintas secretarías. Conozco de primera vista a varios secretarios que tienen inconformidad sobre el trato que se le ha dado al interior de esta administración”, señaló el dirigente.

Otro mes de dimisiones

Como en meses anteriores, noviembre  ha sido una época de varias movidas en el gabinete municipal. Además de Cuadros, decidieron decir adiós la directora de la Oficina TIC, Constanza Eugenia Quintero; y el director del Centro Tecnológico de Cúcuta, Edwin Giovanni Rodríguez Pérez, quienes argumentaron motivos personales para retirarse del cargo.

En el caso de Quintero, la funcionaria fue blanco de críticas en el Concejo al presentar un informe de gestión en el que su ejecución se encontraba en un 0% y fue duramente descalificado. 

José Fabio Torres Parada, politólogo y docente investigador, considera que existen dos posibles explicaciones sobre el alto número de renuncias en la administración municipal.

“La primera es la actitud, el comportamiento del alcalde que, dada su formación, el interés que tiene en la ciudad, dado el grupo poblacional o social al que pertenece y la preparación previa para el cargo, no ha logrado cohesionar con su equipo”, le dijo Torres a La Opinión.

La otra razón que para Torres podría justificar lo que está ocurriendo está relacionada con que el gabinete de Yáñez no ha logrado conectarse ni con el alcalde, ni con la comunidad.

“Eso es grave. Uno dice: ¿por qué no se van otros?, ¿han logrado conectarse con la comunidad o han logrado conectarse con el alcalde?, ¿son personas capaces de influir en las decisiones del alcalde?”, plantea Torres.

Interna y externamente también son varias las voces que insisten en que el problema de la actual administración radica no solo en la falta de liderazgo por parte del alcalde, sino en las graves fallas de comunicación, sinergia y escucha por parte del propio mandatario. 

A esto se le suma la existencia de liderazgos alternos que inciden de manera importante en las decisiones que se toman adentro del gobierno y que también han afectado las relaciones entre el equipo, generando una suerte de inconformismo.

Las otras renuncias

Las secretarías que han tenido más movimientos en este primer año de gobierno de Jairo Yáñez son las de Salud y Seguridad Ciudadana. 

En el caso de Salud, María Constanza Arteaga fue suspendida por la Personería en abril y en su lugar fue designado como encargado Franklin Hernández, quien dimitió tres meses después. Tras su renuncia, asumió las funciones el subsecretario David Fajardo, pero este también se apartó del cargo tres meses después.

Por los lados de Seguridad, María Fernanda Fuentes fue la primera secretaria en bajarse del proyecto Yáñez, por la misma falta de coordinación en el gobierno local. Su salida, de hecho, destapó las tensiones al interior de la Alcaldía. 

En su reemplazo quedó como encargado John Anzola, pero el funcionario presentó su carta de renuncia apenas unos días después. Al cargo llegó Sergio Martínez Medrano, pero su estadía también duró poco, pues argumentó diferencias de criterio y enfoque de trabajo con el mandatario municipal.

Una de las renuncias que más causó sorpresa fue la del secretario de Educación, Arturo Charria. Su salida revivió la tesis sobre los problemas de comunicación, falta de liderazgo y el choque de fuerzas e intereses entre los coequiperos del alcalde.

En agosto también había renunciado Janeth Arenas, gerente de la terminal de Transportes de la ciudad.

El primero en despedirse del gobierno local fue Carlos Díaz, secretario de Prensa, suspendido por la Personería y quien, ante la ratificación de la decisión, prefirió dar un paso al costado.

Aunque los movimientos en su equipo han sido casi que una constante y son muchas las veces que se ha hablado de crisis en su gabinete, el alcalde Jairo Yáñez ha preferido manejar un discurso de serenidad y en reiteradas oportunidades ha dicho que las renuncias de sus funcionarios “son normales”. 

“Muchas veces, las razones personales se interponen a las profesionales y los funcionarios que en un momento decidieron apostarle a un determinado proyecto deben dar un paso al costado y encaminar sus intereses y esfuerzos en otra dirección”, escribió Yáñez, en una carta finalizando agosto.