Aunque parece extraño hay muertos que aún pueden votar en Colombia, tal es el caso de Álvaro Contreras Jaimes, un pamplonés que fue asesinado en Tibú el 27 de octubre de 1986, hace casi 29 años, por integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

El hombre tenía 57 años y trabajaba como campesino. Pero lo más insólito es que dos años después de su muerte su cédula 5.401.164 fue inscrita para participar en elecciones, precisamente el 13 de marzo de 1988.

De acuerdo con el portal digital de la Registraduría Nacional del Estado Civil, este difunto está habilitado para votar en los comicios del domingo y su centro electoral es el Colegio Integrado Campo Dos, corregimiento del mismo nombre de Tibú.

Además, el finado también puede reclamar certificado de antecedentes disciplinarios, judiciales y fiscales.

En el archivo hemerográfico de La Opinión se encuentra la nota publicada el 29 de octubre de 1986 sobre la  muerte del campesino.

La Registraduría Nacional explicó

Según la Registraduría Nacional el ciudadano Álvaro Contreras Jaimes aparece en el censo, pues la familia no ha reportado el registro civil de defunción.

"Nosotros no somos autoridad para decir si una persona falleció o no", explicó la Registraduría.

Ahora, el hospital o Medicina Legal expiden el acta civil de defunción y la hacen llegar a la Regstraduría, pero antes eran los familiares.

Álvaro Contreras Jaimes seguirá apareciendo en el censo nacional electoral hasta que un familiar lleve el acta.

Redacción Laopinion.com.co