El expresidente colombiano César Gaviria tachó de "inútil" la aspersión aérea y la erradicación manual de los cultivos de hoja de coca y pidió a su país que deje de quitar el "pan de la boca" a los campesinos pobres que encuentran en estas plantaciones su única vía de supervivencia.

Gaviria, miembro de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, participó este lunes en Washington en la presentación del informe ‘Avanzando la reforma de la política de drogas: un nuevo enfoque para la descriminalización’, en el que importantes figuras de la política y la economía piden descriminalizar todas las drogas.

"Lo mejor que se puede hacer es ayudar a los campesinos, en vez de meterlos en la cárcel o quitarles el pan de la boca", consideró Gaviria, que durante su mandato como presidente de Colombia entre 1990 y 1994 tuvo que hacer frente a los carteles del narcotráfico y a la violencia de Pablo Escobar.

En declaraciones a EFE, consideró que la experiencia de Colombia muestra que castigar a los agricultores de la hoja de coca es una "injusticia totalmente injustificada" que lleva a un "desperdicio monumental" de recursos económicos que son invertidos en técnicas de erradicación de cultivos.

En vez de tratar de erradicar cultivos que luego vuelven a crecer, el expresidente consideró más eficaz invertir en el campesinado colombiano para que tenga la opción de cultivar plantas de uso lícito y dejar atrás la hoja de coca, que usó para su propio beneficio durante años la guerrilla de las Farc.

El nuevo acuerdo de paz entre las Farcy el Gobierno colombiano, alcanzado el pasado 12 de noviembre, recoge varias exigencias de los sectores que pidieron el "no" en el plebiscito del 2 octubre y entre las que destaca la petición de que la guerrilla facilite más información acerca de sus vínculos con el narcotráfico.

Como coordinador de la campaña del ‘Sí’ en el plebiscito por la paz, Gaviria defendió durante el foro que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) se han ofrecido a "cooperar", una posición que será evaluada "no solo por las autoridades de Colombia, sino también de Estados Unidos".

"Se han comprometido a cooperar mutuamente, de forma que el acuerdo va a estar bajo prueba desde el momento en el que se presente y ellos (los guerrilleros) tendrán obligaciones", aseguró Gaviria.

El Gobierno del presidente de EEUU, Barack Obama, ha apoyado el proceso de paz en Colombia con el nombramiento de Bernie Aronson como enviado especial para el proceso de paz, así como con la creación del Plan Paz Colombia para continuar prestando ayuda económica al país suramericano.

Al ser preguntado por el futuro de la relación entre Colombia y Estados Unidos bajo un futuro Gobierno de Donald Trump, Gaviria pidió esperar para ver qué políticas ejecuta el nuevo presidente.

"Creo que es mejor esperar, obviamente lo que oímos en la campaña no fue grato para nosotros, hubo mucha hostilidad hacia la población latina y hacia la población inmigrante (...). El tema antiinmigrante es tan agresivo contra los latinos que no creo que vaya a tener resultados favorables", consideró Gaviria.

El exgobernante colombiano forma parte de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, fundada en 2011 y que sostiene que la guerra contra las drogas no solo es inefectiva, sino que además ha provocado un sinfín de efectos colaterales, como crisis sanitarias y encarcelamiento masivo.