Mientras que el Mecanismo Tripartito de Monitoreo y Verificación del cese al fuego avanza en la investigación de los hechos sucedidos en el sur de Bolívar, en donde murieron dos guerrilleros a manos del Ejército, se empiezan a conocer las primeras versiones por parte de las comunidades del sector en las que se advierte que los disparos habrían provenido de francotiradores.

Según un documento que conoció La Opinión y que fue elaborado por la Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó (Aheramigua), en conjunto con las comunidades de la vereda El Golfo, del municipio de Santa Rosa del Sur de Bolívar, el domingo 13 de noviembre hacia la 1:30 de la tarde, uno de los dos guerrilleros a quien identificaron como ‘Joaco’ se encontraba hablando por celular en una tienda, cuando, de manera inesperada, cayó al piso.

“(...) el disparo que recibió fue levemente percibido. En ese momento ‘Mónica’ se inclina a ver qué le sucedió y  también recibe un disparo quedando en el suelo. Las personas allí presentes se dan cuenta que son francotiradores”, reza uno de los apartes del informe que será entregado al Mecanismo de Monitoreo.

En este aseguran que los miembros del Ejército estaban aproximadamente a 30 o 40 metros de donde se encontraban los guerrilleros y que tras los disparos lanzaron dos ráfagas de disparos al aire.

Un insurgente más que iba llegando al mismo negocio en el que se encontraban sus compañeros fue capturado por los uniformados.

“Por su parte, el francotirador encañona a un hombre que va llegando al sitio, lo insulta y le dice que se tire al piso. Frente a esta orden, el hombre afirma que es un civil. Este hombre es el esposo de la menor de edad en gestación (que también estaba cerca al lugar)”.

Según los testigos del hecho, después de lo sucedido, los miembros del Ejército, al parecer, entraron a las viviendas del sector, ultrajaron a las familias y les solicitaron información sobre sus identidades.

“Dentro de los reiterados insultos que reciben los pobladores, el Ejército señala que son colaboradores y cómplices de la guerrilla. Entre el grupo de los pobladores estaba el presidente de la junta de acción comunal a quien el Ejército señaló directamente como cómplice”, aseguran.

Dicen que hacia las 12:30 de la noche se llevó a cabo el levantamiento de los cadáveres y que solo uno de ellos tenía un canguro. El capturado llevaba una memoria colgada al cuello y los tres portaban armas cortas.

Los habitantes también señalan que algunos de los soldados habían sido vistos días atrás, vestidos de civil,  comprando cosas en el lugar de los hechos  y viendo televisión en una casa.

No obstante, hasta el momento, ninguna de las partes se ha pronunciado sobre el informe elaborado por Aheramigua.