Los problemas de salud que afectaron a su candidato, Rodrigo Londoño Echeverri, Timochenko, y la suspensión de la campaña por las agresiones de las que fueron objeto en el arranque de su correría por Colombia, llevaron al partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) a posponer su proyecto de llegar a la Presidencia de la República.

A tan solo un día de vencerse el plazo establecido por la Registraduría Nacional para la inscripción de las distintas fórmulas que estarán en competencia por la Casa de Nariño,  y apenas una horas después de la cirugía a la que tuvo que ser sometido el exjefe guerrillero por sus problemas de corazón, el consejo político de Farc le anunció al país que definitivamente Timochenko no sería candidato, ni buscarían un reemplazo.

Los representantes de la desmovilizada guerrilla argumentaron que si bien la salud de su candidato fue un factor decisivo para la cancelación de la aspiración, también es cierto que no contaron con las garantías suficientes para hacer política en el país.

“Intentamos seguir con nuestra lucha pese a que no había condiciones de financiación, a que todavía hay 600 excombatientes de las Farc en la cárcel y a los ataques contra nuestro precandidato presidencial fraguado por el Centro Democrático”, manifestó Imelda Daza, quien había sido designada como fórmula vicepresidencial de Londoño.

Gran convergencia nacional

Ante la decisión de no hacer parte de la carrera que definirá al sucesor de Juan Manuel Santos, Iván Márquez, exjefe guerrillero y cabeza de lista al Senado, se declaró a la expectativa del apoyo que ofrecerá su colectividad a alguno de los candidatos y dijo que por ahora no han iniciado conversaciones con ningún partido.

“Estamos dispuestos a dialogar con los diferentes sectores políticos con el fin de tender puentes para hacer realidad la perspectiva de una gran convergencia nacional”, dijo Márquez, tras insistir en su apuesta por el llamado ‘gobierno de transición’, del que han hablado desde su desmovilización.

No obstante, la decisión no será fácil, pues para los analistas, el respaldo de Farc a otro candidato puede  ser una especie de “abrazo de oso”, por la mala imagen que tienen los colombianos de la otrora guerrilla.

En ese sentido, uno de los primeros en pronunciarse sobre una eventual alianza con la desmovilizada agrupación insurgente fue el aspirante de la Coalición Colombia, Sergio Fajardo, quien aseguró que no ha conversado nunca con esa agrupación y que no aceptarían su apoyo, así coincidan en la defensa de la paz.

“No tenemos ninguna afinidad ideológica con esa organización. Y estamos convocando a quienes se alejen de la polarización”, señaló.

Otros de los precandidatos presidenciales como Iván Duque y Marta Lucía Ramírez, coincidieron en que si bien respetan los temas de salud, está claro que su participación en la contienda electoral no era bien vista, pues antes de aspirar a cargos de elección popular, lo primero que debieron hacer fue responder ante la justicia.

Humberto de la Calle, por su parte, consideró que esta decisión puede contribuir a sosegar un poco la situación actual del país.