Al término de la reunión con el papa Francisco y el presidente Juan Manuel Santos, la cual se prolongó por unos 50 minutos,  el senador Álvaro Uribe, jefe del principal partido de oposición al Gobierno, reiteró la necesidad de reabrir los temas complejos del acuerdo de paz con las Farc, pero a la vez dejó entrever que el distanciamiento político seguirá igual. 

Uribe, quien llegó en la mañana a Roma y con el tiempo justo para la cita, tuvo primero un encuentro privado con el santo padre, en el cual estuvieron solos por cerca de 20 minutos. 

Posteriormente, en el mismo despacho, el papa se sentó con ambos dirigentes para conversar sobre sus distanciamientos personales, el proceso de paz y la reconciliación nacional. 

A su salida del Vaticano, el expresidente Uribe, en su estilo clásico, no se quiso referir de lleno a los resultados del intento de reconciliación y si habían limado las diferencias con el jefe de Estado. El expresidente se limitó a insistir en los detalles de lo conversado sobre los temas de paz. 

Lo primero que le dijo Uribe a los medios que aguardaban su salida, es que el nuevo acuerdo de paz debió ir a las urnas para que fueran los colombianos los que decidieran si lo apoyaban o no.

“Le expliqué a su santidad lo que pasó después de que ganó el ‘No’, que hubo reuniones y los temas de fondo que no cambiaron”, sostuvo. 

Al ser preguntado sobre lo que les dijo el papa Francisco tras escuchar las posiciones de cada uno de ellos, el expresidente Uribe respondió: “El santo padre hizo una invitación muy generosa al diálogo”, y de nuevo volvió a insistir en que pese a tener el Gobierno las mayorías en el Congreso, el debate y los cambios se deben dar en los temas complejos. 

“Le dije al papa: su santidad, dígale al presidente Juan Manuel Santos que afloje un poquito”.

Lo cierto, por ahora, es que la esperada reconciliación no se dio y el senador del Centro Democrático mantendrá su postura frente a lo que se pactó con los ajustes propuestos por el ‘No’.