Luego de la reunión que sostuvieron cerca del medio día en El Vaticano el papa Francisco con el presidente Juan Manuel Santos y el expresidente Álvaro Uribe, quedó en el ambiente político colombiano que no se avanzó mucho para poder cerrar esa brecha entre los estadistas nacionales.

Uribe, tras la cita, volvió a plantear la necesidad de abrir la discusión de los temas fundamentales, y de ahí que se concrete un nuevo acuerdo que cierre a toda la negociación. Mientras tanto el presidente Juan Manuel Santos declaró que sí está dispuesto a conversar con todos los colombianos, incluido el Centro Democrático, para definir cómo poder hacer la reglamentación de los puntos claves del acuerdo de paz.

Lo planteado por Santos y Uribe, que estuvo cruzado por la recomendación permanente que les dio el Santo Padre para hacer un “diálogo sincero” entre ambos, no deja claro si en el corto futuro esas posiciones pueden ser coincidentes y ante todo tener resultados concretos.

Voces diversas en tal sentido se dieron. Mientras que desde el uribismo la bancada de congresistas, entre ellos el representante a la Cámara, Edwar Rodríguez destacaron que las posiciones de Uribe son de optimismo y están orientadas a mejorar el proceso de paz.

Uribe en lo expresado en Roma volvió a mencionar temas que ya ha le han molestado de tiempo atrás, algunos temas de la justicia transcional, la elegibilidad de los jefes guerrilleros e incluso el respeto de los derechos humanos de menores de edad y víctimas de la violencia.

La incertidumbre que deja el jefe de la oposición es su insistencia en que se haga una nueva refrendación popular, en donde los colombianos otra vez salgan a votar si aceptan el cambio. El presidente Santos, en su declaración, deja entrever que sí quiere volver a sentarse a escuchar a todos los sectores, pero no es claro sobre que cambios se pueden dar.

En el acto legislativo 01 de 2016, que dio vía libre la Corte Constitucional esta semana, se plantea que los cambios a los proyectos de ley y las reformas constitucionales sólo se podrán modificar en su articulado si el gobierno está de acuerdo en esos cambios.

Precisamente en este punto es en donde se podría empezar a ver si hay un efecto positivo de la reunión del presidente Santos, el exmandatario Uribe y el santo padre Francisco. Muy rápido se verá si así es.