El gobierno de Colombia descartó este domingo que el Eln, la segunda guerrilla del país, se fortalezca en las suspendidas negociaciones de paz con los crímenes que ha cometido recientemente, entre ellos el asesinato de dos ganaderos, cuya autoría es investigada por las autoridades.

"Si se confirma autoría del Eln en asesinato de ganaderos Arauca estarían sumando un crimen que no los hace más fuertes en negociaciones", dijo en su cuenta en Twitter Juan Camilo Restrepo, jefe negociador del gobierno con el Ejército de Liberación Nacional (Eln).

El sábado las autoridades denunciaron el asesinato de dos ganaderos en el municipio de Tame, en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, en un hecho que está bajo investigación y en el que no se descarta la responsabilidad de integrantes de la guerrilla guevarista, que opera en la zona.

Los hombres, identificados como Maximiliano Díaz Acosta, de 37 años, y Didier Humberto Cárdenas, de 49, fallecieron por "impactos de arma de fuego en la cabeza", dijo a AFP una fuente del Comando de la Policía de Arauca. "Los motivos del asesinato y los responsables son motivo de investigación", agregó.

El gobierno de Juan Manuel Santos y el Eln, alzado en armas contra el Estado en 1964 por influencia de la revolución cubana, tenían previsto lanzar las conversaciones para superar un conflicto armado de más de medio siglo el 27 de octubre y empezar la primera ronda el 3 de noviembre en Quito.

Pero el diálogo está congelado porque el gobierno asegura que la guerrilla incumplió lo pactado para sentarse a negociar al no liberar al excongresista Odín Sánchez, en su poder desde abril. No obstante, los insurgentes niegan que dicha exigencia hubiera sido estipulada.

El jefe negociador del grupo rebelde, Pablo Beltrán, nombre de guerra de Israel Ramírez, dijo el viernes que la organización, que cuenta con 1.500 combatientes según estimaciones oficiales, prevé liberar a Sánchez la semana que comienza.

Colombia registra más de 260.000 muertos en medio siglo de violencia fratricida, que ha involucrado a guerrillas, paramilitares y agentes de la fuerza pública.