Las reiteradas suspensiones que se han presentado en el proyecto de adecuación del Hospital San Martín, de Sardinata, llevaron a la Contraloría General de la República a poner la lupa sobre esta obra cuyo costo supera los $ 6.377 millones.

La alerta surgió luego de un seguimiento preventivo que viene adelantando el ente de control fiscal a diferentes obras de infraestructura hospitalaria en el país y en el que se detectaron desfases en la ejecución de los proyectos y muchas prórrogas.

En el caso de la IPS de Sardinata, que está a cargo de la ESE Regional Norte (Tibú), la Contraloría señaló que el avance físico planeado era del 8%, pero a la fecha apenas va en la mitad (4%), lo que indica un atraso en este mismo porcentaje.

“Va transcurrido un 45% del contrato y entre suspensiones y prórrogas se completan más de 65 días”, advirtieron.

Esta obra, que fue adjudicada al Consorcio IPS Sardinata, en noviembre de 2019, tiene como fin la “reposición operación del modelo integral de atención en salud en los puntos de atención extramural Tibú- IPS Sardinata”.

Según se puede leer en los documentos que reposan en el portal de contratación SECOP, el propósito del proyecto es mejorar las condiciones de salud de los 23.265 habitantes de ese municipio, toda vez que, “la IPS Hospital San Martín de Sardinata no cumple con el estándar de infraestructura hospitalaria de la Resolución 2003 de 2014 para los servicios habilitados actualmente, además de que no cumple con las normas de sismo resistencia”.

Las suspensiones

Los trabajos arrancaron el 27 de diciembre del año pasado e inicialmente estaba contemplado que se terminaran en diciembre próximo. Su primera suspensión fue el dos de enero y se reinició un mes después.

Posteriormente volvieron a parar el 12 de febrero, hasta el 24 de ese mismo mes. En esa medida, la fecha de terminación del proyecto se corrió para el 7 de febrero de 2021.

El 21 de marzo pasado la ESE Norte, la interventoría y el contratista acordaron suspender nuevamente el contrato de obra, teniendo en cuenta que empezaron a aparecer los primeros casos de coronavirus en la región. Ese mismo día se definió que reiniciarían labores el 13 de abril del 2020 o una vez se mitigara la situación.

No obstante, en vista de que la emergencia sanitaria se mantuvo, el 13 de abril acordaron, una vez, más ampliar la suspensión hasta el 5 de mayo, para reiniciar labores el 6.  Ese día las partes se volvieron a reunir y definieron que era necesario mantener detenida la obra, por cuanto el contratista todavía no había recibido el visto bueno de las autoridades competentes para que los trabajadores volvieran a sus funciones.

El pasado 21 de mayo, luego de presentar todos los protocolos necesarios, finalmente se definió el reinicio del contrato. Así las cosas, la fecha de terminación se corrió para marzo de 2021.

‘Ha sido por la coyuntura’

La gerente de la ESE Regional Norte, Ana María Pérez, reconoció que las obras de adecuación de la IPS de Sardinata han tenido demoras, pero manifestó que se deben principalmente a la situación que se registra hoy en el departamento por cuenta de la COVID-19.

“Ya conversamos con el ingeniero de la obra y tenemos una reunión pendiente con la Alcaldía para que nos socialicen el cronograma que llevan. A partir de la otra semana se va a incrementar el personal para avanzar aún más”, manifestó Pérez.

Dijo que si bien hay un afán por contratar más personal y poder acelerar el proyecto, se deben tomar todas las medidas del caso y en ese sentido están solicitando las pruebas rápidas de COVID, con el fin de que el personal que se vincule a la obra esté completamente sano y no generar mayores riesgos.

La gerente aseguró que la Contraloría General aún no los notifica de la alerta, ni tampoco les han pedido información sobre el avance del proceso, pero señaló que al Ministerio de Salud y al Instituto Departamental de Salud le han entregado todos los detalles del proyecto, la interventoría y los contratiempos causados por la pandemia.

“Tenemos la intención de que se avance y poder contar con unos 40 o 50 trabajadores, pero también es cierto que esta situación cada vez está más delicada”, dijo.