Nelson Ramírez Jiménez, jurista peruano presente en la versión número 15 del Congreso Internacional de Derecho Procesal, explicó brevemente por qué en su país los veredictos contra los expresidentes implicados en casos de corrupción, como el de Odebrecht, son determinantes.

Ramírez dijo que en la actualidad el testigo es la prueba más débil y es por ello que se deben considerar otro tipo de pruebas, como las científicas y las documentadas, que pueden tener mayor posibilidad de ser acreditadas.  

El jurista explicó que la justicia peruana ha entendido ese proceso y al considerar elementos como correos electrónicos, cuentas codificadas, transferencias bancarias, depósitos y demás hechos documentados, está logrando un éxito. 

“Con testigos no condenas a nadie”, afirmó.

Durante su participación en la actividad académica organizada por la Universidad Libre, Ramírez conversó justamente sobre la revisión del derecho para optimizar la actividad probatoria.

Dijo que la idea es que el legislador descarte ciertos tipos de actos jurídicos de una visión clásica como la palabra, que hoy en día no tiene valor y ha perdido vigencia social.  En ese sentido, recomendó ir a documentos escritos que puedan ser comprobados. 

El escándalo de  Odebrecht se relaciona con el pago de sobornos por parte de la multinacional brasilera a cambio de concesiones viales y réditos millonarios.  Según investigaciones de la Fiscalía colombiana, la multinacional pagó 32,5 millones de dólares en el país. En Perú, la constructora reconoció el pago de 29 millones de dólares. Recientemente, Alejandro Toledo, presidente de ese país entre 2001 y 2006, fue capturado en Estados Unidos por pedido de extradición de la justicia peruana. 

Toledo se suma a la lista de expresidentes peruanos salpicados con el caso Odebrecht y en la que figuran Alan García, quien se suicidó antes de su captura; Ollanta Humala, quien pagó nueve meses de prisión y Pablo Kuczynski, condenado a 36 meses de prisión preventiva.

El Congreso de Derecho Procesal fue celebrado con el apoyo del Instituto Colombiano de Derecho Procesal y Fellows Colombia.

Durante el encuentro se presentaron trece ponencias magistrales, una mesa conversacional y culminó con una relatoría.