Tras el anunció del Partido de la U, de que ya no irá con candidato propio para las presidenciales de 2018, sino que le apostará a un aspirante de coalición cuya bandera sea la defensa de la paz, un nuevo escenario empezó a dibujarse para las demás colectividades afines al Gobierno y que han respaldado los acuerdos de La Habana.

Este es el caso del Partido Liberal, que próximamente tendrá su Congreso Nacional en el que uno de los temas a definir es el camino que seguirán para los comicios del próximo año.

En medio de la expectativa que existe en torno a si se la jugarán con un aspirante propio o en alianza, ya empieza a tomar fuerza la posibilidad de que liberales y la U trabajen juntos en favor de esa candidatura que podría darle continuidad al acuerdo de paz.

Sin embargo, uno de los copresidentes de la tolda roja, el representante nortesantandereano Alejandro Carlos Chacón, va mucho más allá y asegura que en esa coalición debe estar presente también Cambio Radical.

  “Si no nos unimos perderíamos las elecciones. Ni siquiera solo dos partidos unidos alcanzaríamos. Necesitamos estar los tres (liberales, U y Cambio), para pasar las elecciones de primera vuelta”, planteó el dirigente cucuteño.

Chacón cree que estas tres colectividades deben someterse a una consulta en marzo del próximo año, para elegir un candidato fortalecido.

Sin embargo, consideró que en ese camino por alcanzar una alianza  se deben establecer ciertos criterios que permitan hacer un verdadero filtro en las precandidaturas.

“En el partido se podrían abrir unas preinscripciones para definir quiénes de verdad van de candidatos y quiénes están cañando”, planteó.

Propuso que con base en ello se definan algunos requisitos para los interesados, como: no presentarse al Senado, ni llevar miembros hasta el segundo grado de consanguinidad. “Esto, para que no se use la precandidatura como una forma de fortalecer individualmente a una persona o a él mismo como candidato al Senado”.

El representante insistió en que lo que se debe hacer es limitar la competencia a candidatos reales y someterlos internamente para llegar a una candidatura única que se pueda enfrentar a la del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, en la consulta de marzo.