En un comunicado, el Centro Democrático rechazó las declaraciones del gerente de la campaña del No, Juan Carlos Vélez Uribe, quien en entrevista con La República habló sobre la estrategia del partido frente al No en el plebiscito.

“La estrategia de publicidad se basó en argumentos: dar a conocer a los colombianos los contenidos de lo firmado en La Habana, lo que sucedería si se aprobaba el Plebiscito y el mensaje de la necesidad de corregir los acuerdos”, señala el comunicado.

El Centro Democrático desmiente a Vélez Uribe y señala que no fueron contratados estrategas extranjeros para la campaña del No en el plebiscito.

“Tanto los voceros del Partido como todos los congresistas y corporados desarrollaron una estrategia de comunicación directa con los colombianos, explicando razonadamente las implicaciones de los acuerdos de La Habana”, reseña la comunicación.

El comunicado finaliza con una rectificación de que la campaña “no apeló a la mentira ni a la tergiversación de mensajes” y según el partido “acudió a los argumentos para que las personas votaran a conciencia sobre el gran daño que se hubiese hecho al país si estos acuerdos se hubieran aprobado e incorporado automáticamente a la Constitución”.

Texto del comunicado del Centro Democrático

El partido Centro Democrático desautoriza las declaraciones del doctor Juan Carlos Vélez sobre la estrategia de publicidad de la campaña del NO.

La estrategia de publicidad se basó en argumentos: dar a conocer a los colombianos los contenidos de lo firmado en La Habana, lo que sucedería si se aprobaba el Plebiscito y el mensaje de la necesidad de corregir los acuerdos.

Nunca se contrató a estrategas extranjeros.

Tanto los voceros del Partido como todos los congresistas y corporados desarrollaron una estrategia de comunicación directa con los colombianos, explicando razonadamente las implicaciones de los acuerdos de La Habana.

Nuestra campaña no apeló a la mentira ni a la tergiversación de mensajes, acudió a los argumentos para que las personas votaran a conciencia sobre el gran daño que se hubiese hecho al país si estos acuerdos se hubieran aprobado e incorporado automáticamente a la Constitución.