La campaña de Jairo Tomás Yáñez, alcalde electo de Cúcuta, se convirtió en un hito político, que arrancó con pronósticos de derrota.

Pero, un grupo de cuatro jóvenes se encargó de disipar esos vientos de fracaso anunciado. Ricardo Pascuas, Elisa Montoya Obregón, Carlos Alberto Díaz y Virginia García, cuatro cucuteños, con edades entre 22 y 26 años, fueron quienes comandaron desde el anonimato esta batalla por el Palacio Municipal, hasta conseguir una sorpresiva victoria.

Su éxito radicó en un trabajo de posicionamiento en redes sociales, que sacó de la impopularidad al empresario de la arcilla, para convertirlo en la figura viral del ‘viejito del megáfono’.

Esta ‘metamorfosis’ empezó mucho antes de que  Yáñez inscribiera su candidatura ante la Registraduría, con el aval del partido Alianza Verde. Diez días antes, Elisa Montoya Obregón, politóloga de la Universidad del Rosario, aterrizó en esta campaña y estructuró el contenido programático del proyecto político, que mostró a Yáñez con elementos diferenciadores frente a sus rivales.

“Nosotros nos preguntamos ¿qué tenía diferente Jairo? Primero, nunca había sido político y segundo fue representante gremial. Partiendo de este punto, empezamos a crear una estrategia de ataque, que resaltaba su elemento de transparencia”, puntualizó Montoya Obregón.

La construcción de esta información, que incluyó el plan de gobierno, no fue suficiente para el despegue de la candidatura. 

Por esos días, Yáñez todavía era conocido como precandidato del Centro Democrático y no aglutinaba masas. Prueba de esto fue que el 3 de agosto, él lideró su primer acto en plaza pública, en el Parque Santander, y casi nadie asistió al evento.

No obstante, de esta actividad proselitista emergió una frase, que sirvió como estrategia para desmarcarlo del uribismo. Al finalizar, el candidato señaló: “Al fin de cuentas no importa el color del gato, lo importante es que cace ratones”. 

Con esas palabras, los cuatro profesionales descubrieron el material necesario para crear la metáfora del gato y del ratón, que se introdujo en el discurso y en la publicidad del entonces aspirante.

Otro elemento que fue revirtiendo el desconocimiento de la gente hacia el alcalde electo llegaría semanas después. Según estos jóvenes, el megáfono, que fue donado por un allegado de Yáñez, se convirtió en la pieza que faltaba para consolidar su identidad en redes y en las calles.

“Vimos que Jairo encarnaba un poco las figuras de Rodolfo Hernández y la del excandidato presidencial de Estados Unidos, Bernie Sanders (...) Para nosotros fue importante la figura de Bernie, un actogenario, cuya apuesta es llegar a la Casa Blanca”, explicó esta politóloga.

‘Cátedra de ratas para dummies’

Aunque Jairo Yáñez comenzó a figurar en la conversación que se gestaba en internet, luego del encuentro con los líderes de la Alianza Verde, en Bogotá, la irreverencia del candidato fue el impulso para sembrar su popularidad.

Esta faceta del empresario se conoció en la ‘Cátedra de ratas para dummies’, una estrategia en video que fue creada por estos jóvenes. En total se grabaron cuatro episodios, que tienen más de 105.000 reproducciones en sus canales digitales.

“El 25 de agosto salió la primera cátedra, que se filtró, porque yo iba a poner un video de él –Yáñez- diciendo algo contra Ramiro Suárez, y no ese. Ahí se volvió popular y conseguimos cerca de 1.000 seguidores, había crecido, pero no el boom de los días que siguieron.”, aseguró Ricardo Pascuas, encargado del manejo de las redes sociales.

Gracias a esta grabación, el candidato se convirtió en ‘el viejito del megáfono’, un personaje  que se tómo las redes sociales  por su palabra ‘zurrón’.

La idea se viralizó a tal punto que rebosó las pantallas de los celulares y empezó a correr por las conversaciones políticas de los cucuteños.

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El antes y el después

Lo que marcó el antes y el después el boom de la campaña del alcalde electo de Cúcuta ocurrió a más de 195 kilómetros de la ciudad. Después de un viaje por carretera, Jairo Yáñez, llegó con su equipo de trabajo a Bucaramanga, donde se reunió con el exalcalde Rodolfo Hernández.

Durante el encuentro, estos jóvenes grabaron el último capítulo de la ‘Cátedra de ratas para dummies’, donde el polémico exfuncionario aseguró que Yáñez tenía su respaldo para ‘cazar ratas’.

“Acá todo se disparó, porque vieron que él era el ‘gallo’ –preferido- de Rodolfo (…) Había gente que decía, yo no había visto a ese viejito, pero si es el de Rodolfo, voto por él”, relató Elisa Montoya.

Otro elemento que apalancó el trabajo digital de esta campaña, fue un estudio de Escucha de Redes, donado por Palestra Social Media Group, una consultora de comunicaciones de Bogotá. En el diagnóstico se extrajeron 5.800 comentarios para estudio y se concluyó que Yáñez tenía una aceptación positiva, pero aún no generaba esperanza de triunfo.

“Nosotros veíamos que Jairo solo vendía. Pero cuando salía con alguien de la Alianza Verde, le daban palo. Por ejemplo, cuando salió con Fajardo, a nosotros nos bajó seguidores y los comentarios se bajaron mucho. Lo que marcó el punto de quiebre fue ese estudio, porque esos indicadores fueron importantes”, explicó Pascuas. 

El final inesperado

A dos semanas de las votaciones y con este estudio en sus manos, este grupo de jóvenes sabía que faltaba poco para cruzar la meta, pero aún no eran conscientes del inesperado final.

El 26 de octubre, Jairo salió por un café en el centro comercial Ventura Plaza y allí fue recibido por cientos de seguidores, quienes lo recibieron con aplausos y muestras de afecto.

Ese sábado algo quedó claro y es que la efervescencia del ‘viejito del megáfono’ en redes, ya se sentía en las calles.

“Al final tuvimos como $1’200.000 para el día D, que para ayudar para agua y para algún refrigerio (...) No tuvimos ni siquiera testigos electorales”,  aseguró Montoya Obregón.

El día de las votaciones llegó sin que la campaña preparara un evento de celebración. Con el 80 % del preconteo, este equipo de trabajo aún no creía la inminencia de la victoria.  

Pero, con el reporte de 110.462 votos obtenidos por Yáñez, estos jóvenes lograron lo impensable: despertar el voto de opinión, ganar las elecciones y derrotar la maquinaria política.