La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, expresó su preocupación por la situación de violencia que se está registrando en las regiones de las que están saliendo las Farc, y que son copadas por los grupos ‘posparamilitares’ dedicados al negocio del narcotráfico.

De acuerdo con Todd Howland, representante de ese organismo en el país, esta situación obedece a los retrasos en la implementación de los acuerdos de paz alcanzados entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc.

“Estamos observando en terreno que hay muchos grupos criminales posparamilitares que están entrando de varias partes del país. Este año ha habido más muertes que en los últimos diez años. Las Farc están dejando vacíos de poder sin transformar las economías ilícitas. Es necesario un mayor esfuerzo del Gobierno en ese tema”, consideró el diplomático.

Howland explicó que si bien es difícil llegar a un acuerdo de paz, mucho más compleja es la situación que se está generando en este momento, “por los vacíos de poder, y esto se debe a la falta de implementación de los acuerdos”. 

El delegado advirtió que la situación más crítica se registra en regiones del país como: Nariño, desde Tumaco hasta Guapí (en esa región hay seis grupos posparamilitares);  desde el Chocó hasta la región de Urabá y Tierralta (Córdoba), y en municipios como Miranda y Corinto, en Cauca; y El Bagre y remedios en el bajo Cauca antioqueño.

Para la Oficina del Alto Comisionado, muchos de estos crímenes están directamente relacionados con el proceso de paz, por los espacios que están dejando las Farc y el interés de otros grupos que quieren tomar los negocios ilegales.

“Este proceso no puede seguir por siempre porque hay mucha incertidumbre, hay problemas de drogas ilícitas que están generando problemas con otros grupos ilegales. Se deben tomar acciones preventivas. Hay partes de los acuerdos en las que parece que no hay gran diferencia (entre el primer acuerdo y el último)”, dijo.