Al menos cinco grandes ‘micos’ que contendría el articulado original de la Reforma Tributaria, impulsada por el Gobierno, fueron denunciados por el representante a la Cámara y copresidente del Partido Liberal, Alejandro Carlos Chacón, quien será el coordinador ponente del proyecto.

El dirigente cucuteño advirtió que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, le miente al país al asegurar que la canasta familiar no tendrá IVA. En ese sentido, puso como ejemplo que uno de los productos que se elevará al tope del 19% será el aceite, “con lo que un colombiano frita un huevo para su comida”, dijo.

Según Chacón,  la reforma plantea quitar una exoneración que tenía parte de la cadena de los aceites y grasas, para ajustarla precisamente al 19%.

Otro aspecto en el que el coordinador ponente del proyecto sostiene que el Gobierno no es claro es en lo referente al sector agrícola. Al respecto, Chacón explicó que en el proyecto se deja exento del IVA a los tractores, con el supuesto de promover la actividad en el campo, pero se impone un IVA del 19% a los insumos con los cuales deben operar estos equipos, como por ejemplo, los arados, la rastra y la fumigadora.

Las bebidas azucaradas

En cuanto a las bebidas azucaradas, el representante Alejandro Carlos Chacón tiene una visión muy diferente a la del Ejecutivo y explica cómo se afecta toda la cadena de las bebidas que usan ese insumo y hasta los que se basan en polvo.

Según el congresista, además de los $300 pesos por cada litro que se plantea imponer a las gaseosas, en ese grupo se incluyen las bebidas hechas a base de miel, jarabe de maíz, panela, melaza, fructuosa y jarabe de malta.

Chacón cuestionó, igualmente, que la reforma es un golpe a la autonomía territorial y un raponazo a las finanzas territoriales. 

Esto, al asegurar que con el proyecto se busca reformar el ingreso que tienen los municipios y los departamentos por la vía de las estampillas, al limitar que estas sean máximo del 10%, sin importar que el dinero que se recibe en los territorios por esta vía es para la salud, la inversión en niños, ancianos, entre otros aspectos.

Un punto más en el que el representante cree que se afecta a las regiones es en lo relacionado con el alumbrado público. “Es un grave golpe a las finanzas municipales porque están favoreciendo a grandes empresas que tienen un bajo consumo de energía, pero tienen grandes ingresos dentro de lo territorial”, señaló.

Para el representante a la Cámara, los favorecidos con esta iniciativa serían los bancos, las empresas de telecomunicaciones, las comercializadoras de energía y los generadores de energía eléctrica. “Al bajar el impuesto por el bajo consumo de energía, los concejos estarían obligados a subir impuestos a los estratos residenciales o subsidiar con recursos propios afectando la inversión social”, consideró.