Un informe presentado este martes por la Fundación Paz y Reconciliación reveló que tal y como quedaron las listas de aspirantes al Congreso de la República para el periodo 2018-2022, casi el 40% de los futuros congresistas -en caso de ser elegidos- tendría alguna relación con actividades ilícitas o estructuras criminales.

De acuerdo con el documento, dentro de las planchas se han identificado ya 65 candidatos cuestionados por delitos, clientelismo y negocios ilegales. De ese total, doce corresponden a nombres que presentó el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) y los demás representan a los diferentes partidos políticos.

Para León Valencia, director de la Fundación, ante este panorama, la ciudadanía debe estar alerta a sus votos y castigar este tipo de conductas eligiendo bien, pues lamentó que el llamado ‘voto de opinión’ en Colombia termina cediendo ante las presiones de los ‘clanes’ que por años han dominado la política.

“En general, las estructuras criminales que llegarían al Congreso son representantes o herederos de implicados en el ‘cartel de la toga’, Odebrecht y la ‘parapolítica’”, aseguró.

En el informe se advierte que herederos del ‘cartel de la toga’ como Musa Besaile, le apostarían a mantener su posición en el Congreso a través de su hermano mayor Johnny Besaile y de Erasmo Zuleta Bechara.

Esto mismo haría uno de los principales implicados en el escándalo de Odebrecht, Bernardo ‘Ñoño’ Elías, quien pondría a su hermano Julio Elías Vidal y a Eduardo José Tous de la Ossa.

“La renovación que encontramos en estas listas a Congreso es que son las mismas diez familias, pero con candidatos más jóvenes, renovados y sin investigaciones. Sin embargo, se asientan en toda la base política regional a través de sus nexos de poder, como ha venido pasando en la política colombiana. Estos clanes, con seguridad, van a poner la mayoría del Congreso”, dijo León Valencia.

En cuanto a las zonas que antes ocupaban las Farc, el informe arrojó que se mantiene la misma tendencia de las elecciones pasadas. “El promedio de inscripción de cédulas fue el mismo y no se presentaron cambios sustanciales”, señaló Paz y Reconciliación.