El gremio de la construcción y afines ha sido uno de los sectores que debido a la pandemia del coronavirus tuvo que reactivarse bajo medidas drásticas de bioseguridad con el propósito de garantizarles la salud a los trabajadores.

Para que cada proyecto pueda empezar a laborar, se requiere el cumplimiento de una serie de procedimientos y protocolos que son verificados por la autoridad de salud y finalmente la Secretaría de Planeación autoriza la reactivación. De esta manera las grandes, pequeñas, medianas e individuales construcciones retomaron nuevamente la senda de la productividad.

Para el secretario de Planeación de Pamplona, Miguel Ramírez, el proceso empezó gradualmente teniendo en cuenta las medidas dictadas por el Gobierno Nacional a través de los ministerios de Salud y del Trabajo que adoptaron los protocolos de bioseguridad tendientes al manejo y control de riesgos de la COVID-19 en el sector de la construcción de edificaciones.

“Estamos haciendo un trabajo riguroso con este renglón en Pamplona en el que los empresarios de la construcción socializamos las disposiciones para adecuar los procedimientos de seguridad”, sostuvo.

El funcionario indicó que el interés de la Alcaldía es que los constructores retomen las labores, porque hacen parte fundamental de la economía del municipio.

A través del equipo de control urbano se implementaron y aprobaron los protocolos que consisten en que en cada obra o proyecto los trabajadores deben contar con elementos de protección que les garanticen la salud como guantes, tapabocas, trajes, desinfección de manos, de las herramientas y conservar las distancias exigidas por las autoridades de salud.

Además, que cuenten con un área adecuada para recibir los alimentos y otra en donde se cambien la ropa antes y después de las labores. Ramírez manifestó que a la fecha hay 50 construcciones autorizadas para trabajar de acuerdo con el cumplimiento de los protocolos y dos más se encuentra en estudio reactivación.

Para el secretario de Planeación es un hecho favorable, porque vuelven a trabajar más de 800 personas en los distintos frentes o fuentes que hacen parte de la construcción y afines, garantizándoles el sustento a cientos de familias pamplonesas.

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El constructor Josué Natividad Flórez Peña, dijo que es un hecho que hay que destacar que ellos como sector productivo también cumplen con las normas de bioseguridad exigidos por el Gobierno Nacional.

El empresario considera que también debe existir compromiso por parte de los empleados para que los protocolos se puedan cumplir a cabalidad y que las obras sigan el curso normalmente.

En la actualidad empezó a laborar con 10 trabajadores y que a medida que se empiece a normalizar la situación, recurrirá a más mano de obra.

El representante legal de la Asociación Integral de Constructores y Afines de Pamplona (Acipap), Ciro Antonio Portilla, dijo que ellos aglutinan a un sector de la construcción encargado de obras menores, como reformas, remodelación, arreglo de fachadas, techos, andenes y pintura, entre otras labores.

Para poder trabajar también fueron autorizados por la administración municipal, previo cumplimiento de los protocolos de bioseguridad.