En Pamplona hay rechazo por la muerte violenta de dos perros, en hechos violentos ocurridos en la zona rural del municipio.

El primero de los casos se registró en la vereda Ulagá a finales de diciembre, en donde a uno de estos animales le cortaron los genitales y poco después, sin que el propietario pudiera hacer nada, murió desangrado.

El siguiente hecho sucedió en el sector de Monteadentro. Allí, una persona furiosa atacó con un cuchillo a un perro, que fue trasladado a una clínica veterinaria de Pamplona, donde le salvaron la vida.

En esta acción participó la Policía y voluntarios del sector quienes lograron traerlo y en estos momentos está recuperado.

La concejala y defensora de los animales, Karina Suárez García, afirmó que los dos casos fueron denunciados ante la Fiscalía local.

“Estos son actos frío y brutales que se cometen contra seres que sienten”, dijo. “Queremos que las autoridades tomen cartas en el asunto para que no se siga maltratando a los animales y que se tengan en cuenta que hay una Ley, la 172, que penaliza estas acciones”.

Añadió que se debe castigar a los responsables, pues se debe tomar en consideración que si son capaces de cometer estos actos violentos y aberrantes en contra de animales, podrían hacer lo mismo con personas del municipio.

Los casos

En Pamplona desde el 2014 se presenta violencia contra los animales.

Las primeras acciones se originaron en agosto de ese año, cuando fueron sacrificadas siete ovejas, cinco patos y un gallo, en un corral del Seminario Menor Santo Tomas Aquino. 

Después, el turno fue para la yegua Paloma, cuando estaba en recuperación en la plaza de ferias. 

Posteriormente, vino la muerte violenta de las llamas peruanas Lulú y Natacha, que pastaban en la plaza San Fermín.

Todos los animales recibieron cuchilladas y golpes con elementos contundentes, pero a la fecha las autoridades no han encontrado responsables.