Quienes asistieron al primer festival de museos que se desarrolló en el parque Águeda Gallardo de Pamplona, tuvieron la oportunidad de apreciar pinturas, libros, fotografías, una maqueta del municipio e información histórica que guardan estos objetos.

Esta es la primera vez que la ciudadanía se congregó en ese espacio para ampliar los conocimientos culturales y artísticos, fortaleciéndose así los lazos de hermandad entre los pamploneses.

En un punto estratégico del parque estuvo el pintor Emiliano Villamizar explicando con su gran maqueta cómo era la Pamplona de 1875.

Esta estructura tiene aproximadamente 12 años de diseñada y en ella se destacan las calles en cuadrículas, los templos de la época y las casas coloniales que fueron demolidas para darle paso a modernas edificaciones.

El museo de Arte Moderno Ramírez Villamizar, llevó algunas esculturas del maestro pamplonés y la Casa Águeda Gallardo se vinculó con muestras didácticas para el entretenimiento de los niños.

Los católicos apreciaron ornamentos, cuadros, textos y legados de los más de 460 años de presencia religiosa en la Ciudad Mitrada. Este aporte lo hizo el Museo Arquidiocesano.

El Museo Casa Anzoátegui recordó al militar venezolano, quien falleció en la ciudad después de librar la Batalla de Boyacá, en 1819.

La Casa Colonial trajo fragmentos del avión de Camilo Daza, que se estrelló en 1923 contra un árbol de cerezo en donde hoy está ubicado el estadio de fútbol que lleva su nombre.

También sacó parte de la colección de armas utilizadas en la Guerra de Los Mil Días y fotografías.

El Museo Casa Natal del General Santander (Villa del Rosario), fue el invitado especial en esta versión. Expuso parte de la historia y textos sobre la vida del prócer nortesantandereano.

Para darle otro ambiente al festival, se amenizó con presentaciones musicales, artísticas y culturales en el quiosco del parque principal.

Al igual que algunos sectores se adornaron con figuras o muñecos grandes que permitieron que los visitantes se tomaran fotos al lado de las estructuras.

Los familiares del desaparecido fotógrafo Tolosa, trajeron cajas repletas con retratos y fotografías de hace más de 60 años y otras más recientes.